La Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad ha reunido a grupos con puntos de vista muy distintos, y expone de manera genuina el hartazgo de la sociedad ante la violencia, y la clase política debe escuchar y atender sus demandas, coincidieron defensores de derechos humanos, religiosos y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.

El mandatario capitalino aseguró que la marcha es una expresión ciudadana autónoma y respetable. Vamos a estar muy atentos a lo que van a plantear porque creemos que debemos escuchar lo que vienen a decir, que es la angustia y la zozobra que hay en muchas partes del país.

En entrevista, tras participar en la toma de protesta de Hortensia Aragón como dirigente de la corriente perredista Foro Nuevo Sol, reconoció que la movilización ciudadana debe traer consecuencias para el rumbo de lo que se está haciendo en México.

Por su parte, Edgar Cortez, del Instituto de Derechos Humanos y Democracia, indicó: La caminata ha sido un espacio donde muchas personas se han acercado a ofrecer sus testimonios de familiares desaparecidos, y ahí han compartido su dolor, porque sienten que hay un movimiento social que los acoge y los escucha.

Además de exigir una investigación clara sobre los más de 40 mil muertos que ha dejado la guerra contra el crimen, Cortez afirmó que el reto de las organizaciones que participan en la marcha es no desmovilizarse después de hoy, porque si no proponen alguna iniciativa concreta, toda la expectación que se generó no habrá servido de nada.

En tanto, Silvano Cantú, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, también puso de relieve el hecho de que la caminata haya logrado concitar a grupos con diferencias ideológicas.

Como bien dice Sicilia, estamos hasta la madre de este derramamiento irracional de sangre, de una política fracasada en seguridad que nos conduce a ser un Estado fallido. Lo que debería hacer el gobierno ante ello es mostrar sensatez y cambiar el rumbo de la política de seguridad, para centrarla en la democracia, los derechos humanos y el desarrollo social, estimó.

Por último y a petición del obispo de la diócesis de Huejutla, Salvador Rangel Mendoza, la marcha por la paz recibió un aplauso en la Basílica de Guadalupe, en donde el prelado reconoció la labor de Javier Sicilia para que México recupere la armonía.

El prelado envió un reconocimiento a Sicilia y a todos los acompañantes que buscan la paz y la libertad para nuestra patria.