En la parte alta de La Loma, en la exclusiva zona de Santa Fe, la riqueza y suntuosidad distinguen a una veintena de condominios residenciales construidos hace una década sobre terrenos cuyo metro cuadrado llega a valer hasta 2 mil dólares, pero también se distinguen por las quejas recurrentes de los vecinos de la colonia Tlapechico, de contrastante marginación, quienes acusan a esos desarrollos inmobiliarios de descargar sus aguas residuales a la barranca Tlalpizahuaya, lo que ha ocasionado que el riachuelo que corre por su cauce sea ya de aguas negras.

Para acceder a La Loma sólo se puede entra por Circuito Bernardo Quintana. Ya en ese punto las enormes mantas y anuncios lo dicen todo: Residencial Los Patos, Residencial La Loma del Lago y Residencial Misión Catalá (todavía en construcción). Desde ahí se divisa no sólo la enorme extensión de la barranca, sino también cientos de viviendas que fueron construidas metros abajo, a lo largo del arroyo.

Janeth Rojas, vecina de la colonia Tlapechico, en la delegación Alvaro Obregón, denuncia: Todas las construcciones de La Loma nos están aventando su basura; también desagüan sus drenajes a la barranca y eso nos afecta mucho hay malos olores, el río ya se volvió de aguas negras.

–¿Desde hace cuánto pasa esto? –se le pregunta.

–Ya tienen tiempo, yo que me acuerde desde el (año) 2000; luego construyen más casas y tiran todo el cascajo para acá.

Con el índice señala hacia arriba, hacia la ladera de la barranca, y asegura: de aquél hay unos tubos como de PVC... por ahí se alcanzan a mirar.

Durante un recorrido efectuado por esa zona para documentar esa problemática, el diputado local del PAN por el distrito 21 (Cuajimalpa-Álvaro Obregón), José Manuel Rendón, precisa: en el área de La Loma hay, por lo menos, 20 edificios residenciales, muchos de los cuales descargan sus aguas residuales a la barranca, que se van al río que pasa por donde vive toda esa gente. Eso no es nada sano, porque genera infecciones, malos olores, y el agua circula por donde están juegos mecánicos y una cancha de futbol.

Asegura que en toda la zona residencial y de corporativos de Santa Fe no hay otra ley que la que marca la Asociación de Colonos Santa Fe, que maneja el Fideicomiso Santa Fe, al cual el gobierno de la ciudad entrega cada año miles de pesos, y afirma que a pesar de que ese grupo de colonos está obligado a invertir 5 por ciento de ese dinero en obras de mitigación, por lo que vemos no han invertido ni un peso para ello.

Frente a esa situación, se pronunció por liquidar dicho fideicomiso y orientar esos recursos para mejorar las condiciones de vida de gente como la de Tlapechico, que ve cómo se extingue su entorno natural y su salud a manos de esos grandes desarrollos inmobiliarios.