Acambay, Méx., 3 de mayo. La gira del presidente Felipe Calderón por el estado de México comenzó ayer con la movilización de soldados tras escucharse aparentes detonaciones en la zona.

Hoy en la mañana que aterrizábamos vimos en Acambay, oímos que probablemente estaban echando cuetes, celebrando el Día del Albañil, el Día de la Santa Cruz, debió aclarar después el Presidente en su discurso durante la inauguración del tramo carretero del estado de México del Arco Norte.

Cuando la prensa había descendido del helicóptero, a las 8:45 horas, se escucharon detonaciones que hicieron pensar a algunos que eran disparos de arma de fuego. Enseguida unos cinco soldados con uniforme de camuflaje corrieron hacia los helicópteros y luego hacia un cerro. Uno de ellos gritó, Ahí están esos dos.

A unos metros se encontraba ya el mandatario federal, quien lejos de lo que acostumbra, se detuvo a comentar con los reporteros las dificultades provocadas por la neblina para el aterrizaje. Caímos en medio de la nada. Estuvo feo, exclamó y luego le extendió la mano a un par de reporteros para felicitarlos por el Día de la Libertad de Expresión. El gobernador del estado de México, el priísta Enrique Peña Nieto hizo un saludo general.

Los helicópteros en los que viajaban Calderón y los integrantes de su comitiva, así como la prensa tardaron 20 minutos en aterrizar debido a la falta de visibilidad y finalmente lo hicieron en una carretera asfaltada, punto diferente del que se había programado.

De hecho, el presidente contó más tarde en su cuenta de twitter: Aterricé en lugar distinto al previsto por la niebla, pero no fue aterrizaje de emergencia.