El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) confirmó el triunfo de Adrián Confesor Hernández como campeón minimosca de esa organización, luego de arrebatar el cetro el pasado sábado al yucateco Gilberto Keb cuando el réferi detuvo el combate, lo que en un principio causó polémica.

Con base en la votación del consejo directivo del organismo, su titular José Sulaimán indicó que el monarca podrá hacer una defensa opcional, pero luego deberá dar la revancha a Keb.

Al momento de entregarle el cinturón verde-dorado del CMB, ayer al mediodía en sus instalaciones de la Zona Rosa, el dirigente señaló que la victoria fue indiscutible para Adrián Hernández.

Explicó que el réferi detuvo el combate en el entendido de que en ese momento el todavía campeón había recibido demasiados golpes, a solicitud del médico de la función, además de que los jueces tenían en ventaja al Confesor por cinco puntos y otros por dos.

El pugilista ganador, a su vez, afirmó que desea dar la revancha a Keb para callarle la boca, porque se siente satisfecho con mi trabajo y con la forma en que obtuve el campeonato, que desea conservar por un largo tiempo.

En un gesto deportivo, el monarca refirió que su oponente peleó como un gran campeón, pero perdió con mucha dignidad. Aplaudo su valentía, su orgullo de monarca, pero esa noche no le tocó ganar.

La contienda, programada a 12 episodios, fue detenida antes del inicio del undécimo asalto, lo que causó molestia en la esquina de Keb, ya que en su opinión el boxeador yucateco podía seguir en el combate sin problema alguno.