Miércoles 4 de mayo de 2011, p. 5
Carlos Monsiváis cumple hoy 73 años y quisiera recordar de él dos aspectos que nunca he visto comentados. En 2001, el presidente Fox le dio a la actriz Julie Furlong una plaza en la Embajada de México en Perú y los embajadores la invitaron a una cena en honor de Carlos Monsiváis, que Julie ya conocía.
Al día siguiente, Julie invitó a Carlos a desayunar. Cuando fue a recogerlo al hotel se les presentó un periodista peruano, Mirko Lauer, quien se les pegó y a medio desayuno le dijo que él, en tanto que periodista, iba a apoyar a Alan García para que volviera a la presidencia.
–¿Alan García? Pero, ¿qué éste pueblo no tiene memoria? –exclamó Julie Furlong. Cuando él fue su presidente subió la inflación en Perú más que nunca.
–¡Cállate idiota! –le dijo Mirko Lauer a Julie.
–¡Párate! –se enojó Carlos. –Julie es una señora, es la agregada cultural de la Embajada de México y es mi amiga.
Carlos no se enojaba, se deprimía. Sólo una vez le oí decir una grosería con muchísima razón. Su madre, doña Ester, no se lo permitía.
La verdad, tampoco le habría permitido tantos gatos. Sólo uno, sin permiso de entrar a la casa. Ella ya había muerto cuando Carlos empezó a recogerlos al por mayor.