La titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Marisela Morales, analiza varias propuestas de candidatos a dirigir la Agencia Federal de Investigación (AFI), tras la renuncia del almirante Wilfrido Robledo. Entre ellos estarían al menos un general y uno de los hombres que forman parte de la Policía Federal al servicio de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal que dirige Genaro García Luna, dijeron funcionarios de la PGR.

Las fuentes consultadas, las cuales confirmaron la renuncia de Robledo el pasado jueves pero pidieron no ser mencionadas para evitar sanciones administrativas, explicaron que la decisión final de quién dirigirá la AFI corresponderá al presidente Felipe Calderón, pero lo hará con base en las propuestas que presente Morales.

En tanto, elementos de la AFI que pidieron el anonimato señalaron que vivirán momentos de incertidumbre en cuanto al funcionamiento y estructura de la agencia si no se designa pronto al nuevo director, ya que las estructuras han sido transformadas en dos ocasiones, la primera con la salida de García Luna para desempeñarse como secretario y la segunda con la salida de Nicandra Castro, sustituida por Robledo Madrid, quien se reincorporó a la Secretaría de Marina.

La Jornada difundió el diagnóstico elaborado por el ahora ex titular de la AFI, donde señala que en la corporación existe falta de recursos humanos, materiales y tecnológicos; una reducción considerable del estado de fuerza, y que enfrenta falta de credibilidad en la institución; crecimiento y desarrollo del crimen organizado; desmotivación del personal y desinterés en su función social.

La AFI fue creada con base en un decreto del Ejecutivo federal el 1º de noviembre de 2001 en sustitución de la Policía Judicial Federal. Uno de sus principales objetivos, según la PGR, es privilegiar la investigación científica del delito para combatir la delincuencia organizada a través de la formación especializada y regional del personal policial para la atención de la complejidad de los delitos federales, alejándose del esquema de policía reactiva; dando paso a un modelo de investigación policial que modifique las pautas de persecución del delito.

Se argumentó que la AFI fue diseñada para ser una institución policial profesional basada en sistemas, procedimientos y una lógica organizacional que compartimenta la información y, en consecuencia, reduce los márgenes de corrupción; define tramos de control; evita la duplicidad en cadenas de mando y estructura piramidalmente la organización para un ejercicio preciso del mando.