Miércoles 27 de abril de 2011, p. 23
Italia y Francia pidieron ayer reformar el Tratado de Schengen para controlar la oleada de inmigrantes tras las revueltas en los países árabes. No obstante, la Comisión Europea aseguró que el acuerdo de Schengen, que permite la eliminación de controles fronterizos en la Unión Europea (UE), no es susceptible a modificaciones.
Silvo Berlusconi, primer ministro italiano, y Nicolás Sarkozy, presidente francés, expresaron su demanda en una carta conjunta a los presidentes de la Comisión y del Consejo europeos, José Manuel Barroso y Herman Van Rompuy, en la 29 cumbre francoitaliana celebrada en Roma.
El flujo a Italia de 25 mil inmigrantes y refugiados procedentes del norte de África a raíz de las crisis en Túnez y Libia, ha provocado tensiones entre Roma y París en las últimas semanas, ya que Italia entregó permisos de residencia temporal a los inmigrantes, que permiten, gracias al Tratado de Schengen, su movilidad dentro de la UE, lo que molestó a Francia, que se niega a sufrir
esa afluencia.