Ante el desplome de 41 por ciento en la producción nacional de cacao, ocurrido en los últimos años, la Secretaría de Economía (SE) pretende eliminar el cobro de aranceles para incrementar la importación de ese fruto, del que México es uno de los principales productores en América Latina.

Según la dependencia, la reducción de la superficie cosechada y las plagas afectaron la producción de cacao en Tabasco y Chiapas, al grado de que no es suficiente para satisfacer la demanda del sector chocolatero, por lo que es necesario complementar sus requerimientos con importaciones.

Así presenta la SE la justificación en el anteproyecto que envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) para modificar la reglas y criterios de comercio exterior, en lo relativo a los permisos de importación del fruto y las tarifas que se pagan por ello. Los interesados pueden opinar en la página www.cofemer.gob.mx/regulaciones/scd_expediente_3.asp?ID=03/1829/120411

Como la mayoría de los alimentos, el cacao también ha sido víctima de la especulación y el acaparamiento, particularmente desde julio del año pasado, cuando Armajaro Holdings, un fondo de inversiones de Gran Bretaña, presidido por Anthony Ward, compró 214 mil toneladas de cacao, equivalente a 7 por ciento de la producción mundial, y con ello disparó su precio.

Sólo en los últimos seis meses la tonelada de cacao se encareció 18 por ciento, al pasar de 2 mil 824 dólares en septiembre de 2010 a 3 mil 392 dólares a marzo de 2011, según los datos más recientes de la Organización Internacional de Cacao. En tanto, la semana pasada el mercado de Nueva York ya reportaba un precio máximo de 3 mil 857 dólares por tonelada proveniente de Ghana, el segundo productor mundial después de Costa de Marfil.

En México actualmente se paga un arancel de 15 por ciento por las importaciones de cacao, pero dicho impuesto puede exentarse mediante un mecanismo conocido como regla 8, aplicado cuando se requiere complementar el abasto de la materia prima para la industria nacional y que establece que por cada tonelada de cacao nacional o su equivalente en subproductos pueden comprarse tres toneladas del exterior.

La SE plantea ahora duplicar dicha proporción, para que en lugar de tres se importen seis toneladas de cacao libre de arancel por una tonelada de producción nacional, e incluso justifica que en el segundo semestre de 2010 se concedió un adicional de dos toneladas a una, completándose así un total de cinco toneladas foráneas por una nacional.

Datos del Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) ratifican que la superficie sembrada y cosechada de cacao se desplomó 28 por ciento durante la década pasada, al pasar de 85 mil a 61 mil hectáreas, mientras la SE sostiene que la produccción cayó de casi 50 mil a 29 mil toneladas entre 2003 y 2010.

Sin embargo, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Banco de México (BdeM) muestran otro panorama: si bien las importaciones aumentaron 66 por ciento entre 2005 y 2010, las exportaciones crecieron 315 por ciento. Incluso durante 2009 y 2010 México obtuvo un superávit en la balanza comercial del cacao, ya que las exportaciones superaron las importaciones.

Así, mientras hace seis años México prácticamente importaba el doble de lo que exportaba de cacao, pues en 2005 sus exportaciones ascendieron a 129 millones de dólares contra importaciones por 254 millones de dólares, en 2009 y 2010 ya no hubo déficit porque la ventas al exterior sumaron 951 millones contra 421 millones de dólares de ambos años, es decir, un superávit de 203.7 millones de dólares.

Así que los ingresos que el país ha obtenido por las exportaciones de cacao en el último bienio han llegado a superar incluso los correspondientes a la venta del café, otro producto de gran importancia en el comercio externo del país.

Multinacionales, el gran obstáculo: FAO

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió que los países en desarrollo seguirán exportando cacao en grano, ya que, aunque han tratado de transformarlo en otros productos para darle valor añadido, carecen de la tecnología y canales de comercialización. Uno de los grandes obstáculos para esa transformación, puntualiza la FAO, es el alto grado de integración vertical de las empresas multinacionales de la industria del cacao y del chocolate, por lo que los países industrializados seguirán beneficiándose de las importaciones del fruto.

México, uno de los productores de cacao más importantes del mundo, detrás de Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Camerún, Brasil, Ecuador, República Dominicana y Colombia, se perfila como el segundo productor mundial en café orgánico, al concentrar 16 por ciento de la producción de este tipo, sólo superado por 32 por ciento de República Dominicana.

En ese nicho la compañía francesa Nestlé comenzó el año pasado un programa de asesoramiento técnico-científico con el gobierno mexicano para productores de cacao y café de Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Veracruz, con el propósito de recuperar el potencial que alguna vez tuvo en la producción de ese fruto. La SE reconoce esos programas, pero en su intento de eliminar el arancel de importación argumenta que los resultados son a largo plazo y por ello solicita modificar las reglas vigentes.