Pese a críticas, sector del clero estuvo de acuerdo, según organizador
Domingo 24 de abril de 2011, p. 24
San Luis Potosí, SLP, 23 de abril. María Castillo Medina recorrió el camino hasta el lugar señalado para la crucifixión. Aceptó la corona de espinas, soportó los golpes de látigo y cargó la cruz todo el camino. Es la primera representación femenina del viacrucis en La Nueva Palma, municipio de Rayón, comunidad xi-iuy (pame septentrional), ubicada en los límites de las zonas media y huasteca de San Luis Potosí.
Alrededor de 300 vecinos de La Nueva Palma y de otras comunidades cercanas acudieron el Viernes Santo a presenciar la representación, cuyos diálogos se leyeron en xi-iuy y español, en la que por primera vez un grupo de mujeres tuvo a su cargo los personajes principales.
Además de Castillo Medina, quien representó a Jesús, participaron en el papel de Poncio Pilatos, Hipólita Rodríguez; y en el de Herodes, Celestina Rodríguez.
La participación de mujeres fue duramente criticada en municipios aledaños, como Cárdenas y Alaquines, donde la población se mostró en contra de que una integrante del género femenino representara a Jesús pues. dijeron, Dios es hombre
, y debe ser representado por un varón.
Aunque la Iglesia católica no hizo pública alguna postura al respecto, fuentes allegadas al clero local sostuvieron que Roberto Octavio Balmori Cinta, obispo de Ciudad Valles, se opuso a esta representación. Sin embargo, el organizador de la actividad, Miguel Ángel Guzmán Michel, aseguró que un sector de la Iglesia católica sí estuvo de acuerdo.
Para Guzmán Michel el machismo es una práctica que se da entre mestizos y criollos, pero no entre los pueblos indígenas como el xi-iuy, pues su visión dual permitió que la representación femenina fuera posible.
Esa visión dual reconoce características femeninas y masculinas en todas las cosas, concibiendo así un equilibrio en la naturaleza.
La Nueva Palma mostró este Viernes Santo una fe sorprendente, a pesar del alejamiento de la Iglesia católica y sus ministros, que no acuden a celebrar misa a esa comunidad con el argumento de que se halla muy lejos de otros pueblos, así como por lo difícil de llegar a ella.
En 2010, habitantes de La Nueva Palma acudieron a Ciudad Valles durante la visita que el nuncio apostólico Christophe Pierre realizó con motivo del 50 aniversario de la diócesis, para solicitar un sacerdote que oficiara servicios religiosos en su comunidad, pero hasta la fecha no han tenido respuesta.