Las fallas evidentes en la edificación de la actual sede del Senado de la República requieren una investigación técnica y una auditoría, ya que el proyecto, además de muy costoso, no es funcional, advirtió el priísta Francisco Labastida Ochoa.

Igualmente, el senador del PAN Felipe González calificó de monstruito el edificio de Reforma e Insurgentes, y se pronunció por que se transparente el fideicomiso que tuvo a cargo la construcción y equipamiento de esas instalaciones.

Sin embargo, el presidente de ese fideicomiso, Fernando Castro Trenti, desestimó las fallas que se han venido dando desde que se estrenaron las instalaciones, hace siete días, y aseguró que la nueva sede esta operando y los detalles que quedan son menores, en comparación con el tamaño de este complejo, que quedará funcionado perfectamente bien.

Castro Trenti, que lleva poco más de un mes al frente de ese organismo, también restó importancia al hecho de que el sábado pasado se haya inundado el salón de plenos y las oficinas de la presidencia, luego de las fuertes lluvias de ese día. No se registran mayores daños que los derivados de la obstrucción natural que la gran cantidad de granizo generó en unas coladeras y drenes del patio central, problema que ya fue resuelto.

Explicó que sólo se mojó parte de la alfombra del salón del pleno, pero fue rápidamente atendido por los encargados de la obra, quienes asumirán los costos. El priísta detalló que la constructora trabaja también en el arreglo del sistema electrónico de votación y el sonido.

Confirmó que se pidió a cada uno de los senadores que hagan una lista de todo aquello que consideren que está mal o que no funciona.

En entrevista por separado, el senador Labastida recalcó que al principio todos los proyectos tienen fallas, pero en el caso de la sede de Paseo de la Reforma son demasiadas, ya que una cosa es que no funcione el sonido y otra que se hayan inundado varias áreas.

Hizo notar que las oficinas son inocupables, ya que la sala de espera está dentro del cubículo del senador, no fuera; hay lugar para seis secretarias y ninguno para los asesores. Son oficinas muy mal distribuidas.

El ex candidato presidencial detalló que varios integrantes de su bancada pidieron hacer cambios al proyecto en 2007, cuando se comenzó a construir el edificio, pero les dijeron que ya no era posible porque todo estaba concursado desde la anterior legislatura.

Pidieron colocar un pasamanos en la peligrosa escalera principal, en cuyos escalones tan angostos no cabe un pie, y “aunque siempre nos dijeron los responsables de la obra, ‘no se puede’, logramos algunas cosas, entre ellas que se hicieran adecuaciones al salón de plenos, construir oficinas a los vicepresidentes de la mesa directiva y baños, aunque aún faltan”.

El panista Felipe González reconoció que el costo del inmueble se disparó en más de 50 por ciento y llegó a casi 2 mil 600 millones de pesos por las adecuaciones. Dijo que la sede será una carga para Paseo de la Reforma, y aunque cuenta con sistemas para ahorro de agua y energía eléctrica, en resumidas cuentas “es un monstruito”.

Hizo notar que se encargó a Banobras el fideicomiso, para evitar que algún legislador sacara provecho con la construcción. Sin embargo, ahora deberíamos pedir que se transparenten los gastos por respeto a la ciudadanía.

El periodo de sesiones concluye la próxima semana y después sólo sesionará cada miércoles en el inmueble la Comisión Permanente, hasta fines de agosto, lapso que se pretende aprovechar para concluir el edificio.