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Adelita San Vicente Tello ¡Verde frente es ver de frente! Esta consigna busca reflejar que lo verde es mucho más que una definición ecológica de moda; por el contrario, plantea que el ecologismo que nos guía hoy tiene implicaciones profundas en la forma de concebir el mundo. La propuesta cruza todos los ámbitos y las actividades humanas desde lo cotidiano –con una congruencia entre el decir y el hacer– hasta nuevas formas de asumir la economía y de hacer política. En suma, se busca un mundo en que las relaciones entre seres vivos se rijan por un acuerdo de solidaridad y cooperación en un marco de equidad y justicia. Bajo este entendido el 21 y 22 de marzo la Unión de Cooperativas Tosepan, el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) convocaron al Foro Nacional por la Regeneración Socioambiental.
La invitación se hizo a movimientos, redes, organizaciones, comunidades e individuos preocupados por la destrucción de los recursos naturales del país y por la afectación al ambiente y a la cultura de las comunidades campesinas e indígenas, para reunirnos en la ciudad de Cuetzalan, Puebla. Llegamos a este bellísimo enclave en la sierra norte más de 500 personas, algunas pertenecientes a 68 organizaciones, otras de manera individual; 361 de ellas acudieron de la región y 156 del resto del país. Hubo compañeros que vinieron desde Chiapas, alguno de Nuevo León; se sumaron personas de18 estados. La discusión el primer día se dio en nueve mesas: 1) soberanía alimentaria, maíz y agroecología; 2) cambio climático; 3) género y ambiente; 4) bosques, selvas y manglares; 5) agua; 6) salud ambiental; 7) territorio y patrimonio biocultural; 8) turismo, y 9) minería y energía. La mesa uno fue la que mayor afluencia tuvo, 115 personas. Con ella se ejemplifica lo sucedido en el Foro. Los participantes eran muy diversos, algunos del sector universitario, otros del legislativo, unos más de instituciones universitarias y de organizaciones campesinas; había muchos agricultores: mujeres, hombres y jóvenes. El diálogo establecido entre gente tan disímbola fue muy interesante y fructífero. Si bien arrancó con ponencias de corte académico, al transcurrir la jornada los que provenían de comunidades se animaron a participar y plantearon la problemática de sus zonas. Primero los mayores platicaron las dificultades que enfrentan para continuar con la actividad agropecuaria; después los jóvenes, sobre todo mujeres, mostraron su entusiasmo en proseguir apoyando al campo. Tres chicas relataron cómo han estudiado y cómo los conocimientos adquiridos pueden ayudar a que los mayores sigan produciendo. También dijeron que deben rescatar los conocimientos de los abuelos, que son muy importantes y no deben perderse. Los problemas fueron planteados, pero también se habló de lo bueno que se observa en el campo y que hoy persiste. Se dijo cómo, a pesar del embate del gobierno, la pequeña agricultura resulta alternativa a problemas graves como el cambio climático o el agotamiento de las tecnologías. Así, naturalmente fue saliendo el diagnóstico.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue recibido en el único descanso del día, la hora de la comida. Después de eso, Víctor Manuel Toledo presentó una visión general de la situación de desastre ambiental que vive el país, y de las redes y movimientos ambientalistas. Después, Aurelio Fernández informó los resultados del ordenamiento territorial realizado en Cuetzalan, platicó cómo este instrumento de planeación se construyó a base de muchas reuniones de la población y fue lo que permitió rechazar la construcción de una tienda Wal Mart y otros megaproyectos con una argumentación técnica y social irrefutable. Finalmente AMLO felicitó a la cooperativa Tosepan y señaló que es un modelo a seguir; además, mostró cómo en su Proyecto de Nación se abordan los problemas claves ambientales. Vimos a las huahuas que recrearon el rito al sol de los voladores de Papantla, de una forma diversa y maravillosa: un grupo de jóvenes, mujeres y hombres, bailan y cuatro suben a una cruz –uno a cada brazo– y giran en un movimiento vertiginoso que en momentos sólo refleja un círculo luminoso. Los presentes sentimos el giro de la vida cambiante, en ascenso, retomado de lo antiguo e innovando, como esta cooperativa lo hace, con jóvenes por doquier. Al día siguiente se formaron tres grandes grupos que combinaron las nueve mesas temáticas: uno para el diagnóstico, otro para las alternativas y uno más para las acciones concretas. Se quería tener una visión nacional e interdisciplinaria construida desde abajo con la participación de todos los presentes.
Hubo debate sobre los puntos en que no había acuerdo. Por ejemplo, en el diagnóstico de bosques se había señalado en la mesa del primer día que las comunidades campesinas sacan mucha madera para cocinar y sembrar la milpa; los compañeros de las regiones replicaron: dijeron que sí ocurre esto paro la deforestación se debe a los talamontes. También en las alternativas se discutía si sería bueno proponer hacer refinerías pues ya el petróleo se está acabando. Finalmente se leyó el manifiesto Cuetzalan que resumió ese día y medio de trabajo, esbozó el diagnóstico de la situación ambiental del país y planteó algunas alternativas y acciones a impulsar. Pero sobre todo concluyó en la necesidad de seguir discutiendo y seguir sumando a organizaciones e individuos a una plataforma nacional ambiental que obligue a los políticos a actuar a partir de un plan construido desde abajo. Semillas de Vida, AC |