Más de un millón de colombianos rechazaron ayer la eventual ratificación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, durante una jornada nacional de protestas contra las reformas educativas previstas por el gobierno.

Pese a las movilizaciones, el presidente colombiano Juan Manuel Santos festejó en Washington al afirmar: Hemos trabajado en busca de aprobación para que esto vaya al Congreso durante cinco años y hoy recibimos esa luz verde.

Un pacto comercial de esa naturaleza con dicha potencia amenazaría los derechos laborales, la soberanía alimentaria y la posibilidad de desarrollo en esta nación sudamericana, consideró Diógenes Orjuela, uno de los directivos de la Central Unitaria de Trabajadores.

En similares términos se pronunció otro líder del sindicato, Tarcisio Mora, al considerar que agravará la actual crisis humanitaria que afronta la clase obrera colombiana debido también a la inseguridad pública.

Santos celebra en Washington

Santos y su par estadunidense, Barack Obama, examinaron ayer en Washington el plan que será enviado al Congreso estadunidense para revivir el tratado suscrito por los dos países en 2006.

Más de un centenar de gremios y agrupaciones estudiantiles participaron en el paro en rechazo a la iniciativa gubernamental que califican de neoliberal y proclive a la privatización de las universidades.

Tales cambios, recogidos en el denominado Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, afectarán la autonomía financiera de los centros de altos estudios y, en consecuencia, abrirán espacio a la inversión privada, señalaron los manifestantes.

Ante el reclamo en las calles, el Ministerio de Educación aceptó revisar las políticas con los docentes y discutir sus peticiones salariales y laborales en un plazo de 20 días.

Las marchas transcurrieron de forma pacífica en todo el país, incluidas importantes ciudades como Medellín, Cali, Bucaramanga, Santa Marta, Barranquilla, además de la capital, Bogotá.