Washington, 7 de abril. Estados Unidos anunció este jueves la expulsión del embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos, al declararlo persona no grata y solicitarle dejar el país lo antes posible, en represalia por la expulsión el pasado martes de su representante en Quito, Heather Hodges, a causa de un escándalo provocado por las filtraciones de Wikileaks.

Washington decidió suspender igualmente una reunión bilateral prevista para junio, explicó un comunicado de un portavoz del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet. Asimismo, fueron suspendidas las actividades en Ecuador del subsecretario de Defensa, Frank Mora, quien tenía previsto reunirse con el ministro ecuatoriano de Defensa, Xavier Ponce, dijo la embajada en Quito.

El subsecretario de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, llamó al embajador Gallegos esta mañana para informarle de nuestra decisión de declararlo persona no grata. El embajador Gallegos debe abandonar Estados Unidos lo antes posible, añadió el texto entregado por el portavoz. Subrayó que la injustificada acción del gobierno ecuatoriano no nos dejó otra opción.

No obstante, añadió, Estados Unidos está interesado en mantener una relación positiva con Ecuador, pero la lamentable e inmerecida decisión de declarar a la embajadora Hodges persona no grata tenía que tomarse en cuenta de cara al futuro, luego de que Quito decidió expulsarla el pasado martes por su afirmación en un cable de que había una corrupción generalizada en la policía ecuatoriana.

Pero la mayor molestia para Ecuador fue que la diplomática sugería que el presidente Rafael Correa había nombrado comandante de la policía en 2008 al general Jaime Hurtado, pese a conocer que es un corrupto y con el fin de facilitar su manipulación. A esto se sumó el hecho de que Hodges se negó a dar las explicaciones solicitadas diciendo que la información filtrada por Wikileaks era robada.

Correa, quien advirtió previamente a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) por las posibles reacciones de Washington ante la decisión de su gobierno, denunció asimismo que el cable de Wikileaks firmado en julio de 2009 por Hodges y difundido por el diario español El País, mostraba que la policía y las fuerzas armadas ecuatorianas siguen estando infiltradas por Estados Unidos.

Por lo pronto, Ecuador mostró disposición a retomar los diálogos con Estados Unidos en algunas semanas y superar esta crisis, dijo el canciller Ricardo Patiño.

La expulsión de Gallegos es absolutamente explicable, un procedimiento diplomático normal y es posible que podamos mantener el nivel de las relaciones cordiales como lo hemos tenido, comentó.

Al confirmar la acción diplomática estadunidense, Patiño dijo que esto se esperaba y que el subsecretario Valenzuela le manifestó a Gallegos que lamentaba tomar esta medida pero que su gobierno no tenía otra alternativa. El canciller admitió que la ausencia de embajadores afecta la relación ya que la hace más complicada, no tan fluida ni ágil.

La víspera, las autoridades ecuatorianas anunciaron una investigación contra el general Hurtado y otros cinco oficiales.

Éste es el segundo incidente diplomático de Estados Unidos en la región a causa de las filtraciones de Wikileaks –que el 28 de noviembre comenzó a divulgar más de 250 mil cables diplomáticos estadunidenses– tras la dimisión de su representante en México, Carlos Pascual, al conocerse cables en los que el diplomático criticó la preparación del ejército de ese país para combatir al narcotráfico.

En adición, en 2008, Bolivia y Venezuela también expulsaron a los embajadores estadunidenses.

Ecuador ya expulsó en febrero de 2009 a dos diplomáticos estadunidenses, a quienes acusó de entrometerse en los asuntos internos del país. Además, en 2007 no renovó a Washington el permiso para utilizar la base militar en Manta y en febrero pasado una corte ecuatoriana ordenó a la petrolera estadunidense Chevron pagar unos 8 mil 600 millones de dólares por un supuesto daño ambiental, cuya decisión apeló la compañía.

En medio de la actual crisis, Ecuador prepara una estrategia para enfrentar la eventual decisión de Estados Unidos de no renovar las preferencias arancelarias que otorga a sus productos y así neutralizar los efectos sobre su economía dolarizada, dijo la ministra de Política Económica, Katiuska King.

Ecuador se beneficia de un Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPDEA) que estuvo vigente desde 2002, para ayudar a los países del área que luchan contra el narcotráfico. La eliminación de tales preferencias afectaría 5 por ciento de las exportaciones ecuatorianas al país del norte, que en 2010 alcanzaron 6 mil 47 millones de dólares, explicó la funcionaria.

El resto de exportaciones son esencialmente petroleras, añadió King, y apuntó que en 2010 el ahorro por la exoneración de aranceles previsto en ese tratado representó 21.6 millones de dólares.

Perú se salió del ATPDEA en 2010 al entrar en vigor un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y Colombia está negociando lo mismo. Sin embargo, Ecuador no quiere entrar en negociaciones para un tratado por considerar que no sirve a sus intereses.

Ecuador sufrió ya la suspensión del ATPDEA en febrero, por desaveniencias entre republicanos y demócratas en el Congreso. Numerosos legisladores estadunidenses de ambos partidos criticaron a Correa y le advirtieron que el ATPDEA corre peligro de quedar suspendido indefinidamente.