A 90 años de la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), su titular, Alonso Lujambio, pidió tomar en serio los planteamientos del fundador, José Vasconcelos, y anunció que esa dependencia será renovada.

El funcionario admitió que existe incongruencia en la escuela respecto de los valores que proyecta, lo cual puede producir esquizofrenia y cinismo.

Durante la clausura del encuentro Educación y valores para la convivencia en el siglo XXI retomó el planteamiento del ex presidente de España, Felipe González, de que el cumplimiento de la ley es el mínimo común ético de ciudadanía exigible.

Y añadió: El mejor homenaje que podemos hacer a la SEP en esta conmemoración por sus 90 años de existencia es renovarla, tomar en serio el planteamiento axiológico, valorativo, social que tuvo desde su inicio con José Vasconcelos, porque ahora hemos encontrado los nuevos significados de los valores que la fundamentan y de aquellos que se suman a su presente.

En el Auditorio Nacional planteó a los medios de comunicación tener una orientación explícita del conjunto de valores que promueven.

Antes, en la mesa sobre Valores para la convivencia pacífica, el sociólogo chileno Marco Antonio Garretón subrayó que la imposición de la lógica mediática ha generado nuevos tipos de conflicto y violencia, lo cual ha roto el lazo societal que tiene que ver con la pertenencia a un país.

En algunas sociedades, continuó, los que mandan son los poderes fácticos y el narcotráfico. Y si la educación no incluye ciclos completos de crítica a los medios de comunicación, se reproducirán las nuevas formas de violencia y no se podrá decir que se busca una sociedad de convivencia pacífica, advirtió.

En su turno, la Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, destacó que la enseñanza pública perdió el liderazgo para la formación global de los ciudadanos, y se pronunció por que la enseñanza recupere ese papel y deje de lado el enfoque mercantilista.

La población en general, abundó, vive una desolación y los jóvenes creen que no saben, que no pueden, y son ignorados por los adultos.

En el panel Valores para el desarrollo, el director general de Alduncin y Asociados, Enrique Alduncin, puntualizó que, de acuerdo con sus estudios, casi un tercio de los mexicanos desea que nuestro país se parezca a Estados Unidos y Canadá y 20 por ciento quisiera que México emule a Europa, lo cual habla de una pérdida de patriotismo o de insatisfacción hacia nuestra nación.

Por la mañana, mientras padres de jóvenes asesinados por el Ejército del gobierno de Álvaro Uribe protestaban a las afueras del auditorio, el ex presidente de Colombia afirmó que existe una relación entre la universidad dogmática, fundamentalista y la universidad violenta, y cuando a los jóvenes se les orienta hacia un “fundamentalismo de una ideología anulan la racionalidad.

El ex gobernante dio su espaldarazo a la guerra de Felipe Calderón contra el narcotráfico, ya que, según él, México no está en riesgo porque aquí se hace frente al tráfico drogas, posición que fue rechazada por uno de los asistentes, quien gritó: ¡nooo! en señal de reprobación.

Se necesita autoridad frente al crimen organizado, derrotarlo con toda la severidad de autoridad, consideró Uribe al tiempo que, afuera, los tutores le gritaron ¡asesino, asesino! y expresaron su indignación porque el gobierno mexicano le permita burlarse de la memoria de sus hijos y hablar de valores, cuando él tendría que estar en la cárcel.

Uribe se pronunció también por combatir no sólo las drogas ilícitas, sino el alcohol, ya que es un disparador de la delincuencia. Al final de su exposición, aseguró que en la universidad latinoamericana, históricamente pasamos de la universidad dogmática con las teorías clásicas, a la universidad dogmática con el marxismo. Ambos dogmatismos excluyeron el valor de la discusión democrática.