El pleno de la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la fracción tercera del artículo 109 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), con objeto de exentar el pago de dicho gravamen a las pensiones que no superen 25 salarios mínimos.

Tal medida legislativa fue desaprobada por un grupo focalizado de panistas, como Francisco Javier Ramírez Acuña, Mario Alberto Becerra Pocoroba, Luis Enrique Mercado, Raúl Gerardo Cuadro y Javier Usabiaga, el Rey del ajo, quien fue secretario de Agricultura en el sexenio pasado.

Por el contrario, los trabajadores con pensiones superiores a 25 salarios mínimos deberán pagar 30 por ciento de ISR. Tal circunstancia afectará a alrededor de 100 mil jubilados de todo el país.

1En el proceso de aprobación legislativa todos los grupos parlamentarios externaron respaldo a la medida. El PAN no desaprovechó el turno para advertir sobre el riesgo para los ingresos fiscales, porque –dijo– la exención es altísima y se encuentra entre las más onerosas de las naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De tal forma, el cambio refiere que las pensiones provenientes de la Ley de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, de seguridad social o de pensiones de las instituciones estatales y públicas de educación superior, así como las de los planes privados de pensiones registrados ante la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, previstos en la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro (quedarán exentas del pago de ISR), cuyo monto diario no exceda de 25 veces el salario mínimo general del área geográfica del contribuyente.

David Penchyna Grub (PRI) consideró la aprobación como un acto de justicia social a quienes en vida han entregado, en todo tiempo, una participación fiscal importante del impuesto sobre la renta.

En su turno, Roberto Pérez de Alva (Panal) coincidió con Penchyna porque es un acto de profunda justicia social con este sector, al cual la nación, sus instituciones, nosotros mismos, le debemos en gran parte la construcción del México de hoy, tal como lo vivimos; sí, con sus complejidades y sus vicisitudes.

Para Augusta Valentina Díaz de Rivera (PAN) la realidad económica y el costo de la responsabilidad del Estado se encuentran por encima del bienestar de los ciudadanos: “es necesario que consideremos que el grado de exención para México es altísimo y se encuentra entre los más generosos de los países de la OCDE, 2.18 veces el ingreso promedio.

Consideremos que quienes reciben pensiones hasta de nueve veces el salario mínimo no pagaron ISR por las aportaciones realizadas durante su vida laboral para fondearlas; no pagaron ISR por los rendimientos generados y no pagan ISR por la pensión que reciben. Pretender ampliar el espectro de beneficiarios va a generar un gasto fiscal mayor y a beneficiar a los que a lo largo de su vida laboral tuvieron las percepciones más altas.

Para Leticia Quezada Contreras, vocera del PRD, subyace como elemento sustantivo de la aprobación la justicia desdeñada por la Cámara de Diputados y muchas autoridades.

Su costo fiscal va de 3 mil 245 millones a 4 mil 500 millones de pesos, pero su debate ha sido público y abierto. Sabemos quiénes se oponen y quiénes apoyan a los pensionados, pero lo que no está a discusión es el beneficio social que vamos a hacer para este gran sector de la población, porque las necesidades de nuestros ciudadanos son muchas y escasos los recursos.

La panista Velia Idalia Aguilar Armendáriz también dio un tono dramático a la reforma del artículo 109 de la Ley del ISR: Compañeros y compañeras diputadas, toquémonos el corazón, pongámonos a pensar la vida que están llevando nuestros amigos y amigas pensionados, todas esas personas que han trabajado tantos años ante la lucha para poder subsistir ante sus familias.