El viceministro libio del Exterior, Jaled Kaaim, acusó ayer a las fuerzas británicas de bombardear instalaciones petroleras del campo de Al Sarir.

A su vez, los rebeldes denunciaron que fuerzas de Kadafi atacaron yacimientos en el este del país, lo que detuvo la producción de crudo en los campos controlados por los insurrectos.

En tanto, el diplomático estadunidense Christopher Stevens se reunió este miércoles en Bengasi, Libia, con opositores al régimen de Muammar Kadafi, para discutir las necesidades logísticas y financieras de los insurrectos, al tiempo que la Casa Blanca confirmó que recibió una carta del líder libio, y advirtió que éste será juzgado no por sus palabras sino por sus actos.

Curt Weldon, ex legislador estadunidense que trató con Kadafi, viajó a Trípoli en una misión privada para buscar un acuerdo de paz y que el mandatario se retire. El propio Weldon dijo en una columna en The New York Times que no llevaba ningún mensaje particular de Obama a Kadafi.