Presentaron en Bellas Artes la novela de la escritora donde retrata a la artista surrealista
Jueves 7 de abril de 2011, p. 6
La pintora surrealista Leonora Carrington es una mujer visionaria
con una vida fuera de serie
, manifestó la escritora y periodista Elena Poniatowska, autora de la novela que retrata y recrea la vida de la legendaria artista que hoy cumple 94 años de edad.
Durante la presentación del libro Leonora, efectuada la noche del martes en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la colaboradora de La Jornada habló sobre Carrington, a quien conoció hace 50 años.
Mucho de lo cuento sobre Leonora ya estaba escrito; ella misma se describió en muchos momentos de su vida, sólo que cambiaba su nombre y el de otros protagonistas en sus relatos.
El libro, prosiguió, pretende ser un tributo a una mujer prodigiosa, a una pintora única y escritora inimitable.
“Leonora –agregó Poniatowska– nunca sacrificó su ser verdadero a lo establecido por la sociedad convencional. Nunca aceptó el molde en el que nos cuelan a todos. Nunca dejó de ser ella. Escogió vivir en un estado creativo que hoy nos exalta y llena de admiración”.
Carrington ha defendido su talento desde la madrugada al anochecer; primero contra su padre y después contra una clase social que pretendía imponer leyes escritas, las mismas que han impedido el florecimiento y creatividad de hombres y mujeres talentosos quienes finalmente se rinden y regresan al conformismo
.
Su único fin, subrayó Poniatowska, fue defender su vocación de pintora y escribir textos que nadie más que ella podría escribir.
La pintora nunca vivió para las apariencias, sino para crear y para sus hijos Gaby y Pablo
, dijo Poniatowska, quien estuvo acompañada por Javier Aranda Luna, Tere Arcq, Fabrizio Mejía Madrid y Alberto Ruy Sánchez.
De la artista, aseveró Poniatowska, existen dos temas que se conocen poco. Uno es la actitud de Leonora ante el nazismo y cómo desde los primeros días de la Segunda Guerra Mundial, desde el momento en que los nazis entraron en Francia el 24 de junio de 1940, ella se opuso y se volvió una guerrera
.
Otro tema conmovedor
es el de su solidaridad con los judíos y su indignación por la suerte de hombres, mujeres, ancianos y niños quienes fueron trasladados a campos de exterminio, sobre lo cual jamás ha dejado de mostrar su rechazo
.
Javier Aranda, también colaborador de La Jornada, opinó: Leonora es una novela biográfica y autobiográfica, porque Poniatowska compartió con Carrington, personaje de su libro, la forma europea en que fueron educadas. Donde el inglés y el francés, por ejemplo, eran la lengua de todos los días y los buenos modales casi un rasgo de carácter
.
En el libro, dijo, se devela la llama móvil del amor
entre Leonora y el poeta Renato Leduc.
No es pecado decir, enfatizó Aranda Luna, que Leonora es uno de los libros más ambiciosos de Poniatowska (el otro es La noche de Tlatelolco), porque en él cabe todo: el amor loco y la guerra, la vida en la Inglaterra y la Francia de hace un siglo, la dictadura de Franco en España, la vida campirana y los manicomios
.
Leonora es un gran lienzo en movimiento
y un homenaje a la novela, a las ganas de contar historias aunque sean reales, a la prosa imantada que se convierte por muchos momentos, en poesía
.