Shanghai, 5 de abril. Los primeros conciertos de Bob Dylan (actuará este miércoles en Pekín y el viernes en Shanghai), demuestran que los tiempos están cambiando y las productores de espectáculos llaman a la puerta del coloso asiático para introducir a las estrellas internacionales.

Los conciertos de Dylan, estrella mundial del rock, constituyen el mayor acontecimiento musical en China desde el paso de The Rolling Stones en 2006 por Pekín y Shanghai.

Bob Dylan, cuyos conciertos previstos para el año pasado fueron cancelados, al parecer por un veto del ministerio de Cultura, se presentará en una gira organizada por la compañía estadunidense Live Nation. El gigante estadunidense AEG busca también estar presente en China.

AEG administra, con socios, dos salas de concierto de 18 mil plazas, en Pekín y en Shanghai, que espera llenar con grandes figuras. En marzo pasado trajo a China a los Eagles.

Los grandes grupos están muy interesados. No es un mercado en el que podrán generar muchos ingresos en cedés, pero pueden obtener dinero con los conciertos, lo que es crucial para esos artistas, dijo Craig Hartenstine, uno de los vicepresidentes de AEG, con sede en Shanghai.

Pese a las previsiones optimistas después de los conciertos de The Rolling Stones, China todavía no ha logrado imponerse en el mapa de las giras mundiales. Por Yakarta pasan más estrellas de rock que por Pekín o Shanghai.

En febrero, Janet Jackson, Eric Clapton y Taylor Swift se presentaron en Hong Kong y en los países vecinos, pero no han viajado a China continental.

La dificultad principal ha sido la relación difícil que hay entre el régimen comunista con el rock y su cultura de sexo y protesta política.

El ministerio de Cultura impidió a los Stones en 2006 cantar varias canciones, como Brown Sugar, considerada muy fuerte.

Oasis tuvo que cancelar conciertos en China en 2009, porque, según explicaron, las autoridades prohibieron la gira del grupo británico porque su guitarrista Noel Gallagher había participado en un concierto de apoyo a Tibet en 1997.

La cantante islandesa Björk causó molestia al gritar ¡Tibet! en un concierto en Shanghai en 2008 al terminar su canción Declaración de independencia.

Pero hoy las peticiones son cada vez más aceptadas, destacó Archie Hamilton, director ejecutivo de Split Morks, que organizó este mes el Festival Independiente Jue en Shanghai y Pekín.

Avril Lavigne regresará

La canadiense Avril Lavigne, quien cantó uno de sus éxitos en chino en Pekín y Shanghai en 2008, regresará a finales de abril para un festival de dos días.

El mayor problema se ha convertido el financiero, dijo Steve Sybesma, socio en Shanghai de los promotores Ato Ato, que han traído desde 2003 a China a James Brown, Norah Jones y los Black Eyed Peas.

La primera interrogante para un artista que se presenta en algún lugar es si puede vender suficientes boletos, subrayó Sybesma.

Le rock internacional sigue siendo un nicho en ese mercado de mil 300 millones de personas, dominado por las canciones pop en chino. Su promoción fuera de la metrópolis cosmopolitas, como Shanghai y Pekín, es una verdadera apuesta. Y la piratería y las bajadas de melodías por internet han afectado seriamente las ventas de música.

Como la mayor parte de sus ingresos viene de los conciertos, la mayoría de los artistas no están dispuestos a reducir el precio de los boletos, salvo los listos que ven a China como la futura mina de oro, dijo Hamilton.

Estoy en China desde hace cerca de ocho años y creo en este mercado. Sólo hay que tener paciencia, dijo Sybesma.

Y en efecto, este lunes había todavía tanto en Pekín como en Shanghai boletos sin vender para los conciertos de Dylan.