Chicago, 4 de abril. El precio del maíz nunca estuvo tan alto en esta época del año, pues subió a picos inéditos, mientras los inversionistas siguen integrando la debilidad de las reservas a sus cotizaciones.

El bushel (27.3 kilos) de maíz para entrega en mayo subió a 7.7025 dólares en el Chicago Board of Trade, su pico desde julio de 2008. El cierre al récord fue de 7.6675 dólares.

El maíz ganó 15.6 por ciento desde el cierre del pasado miércoles, capitalizando el balance trimestral de las reservas publicado el jueves por el Departamento de Agricultura (USDA), que mostró cifras menores a lo previsto.

El consumo para alimentación animal sigue elevado, porque los precios de la carne también están en niveles récord y por lo tanto es rentable para los criadores alimentar su ganado con maíz, explicó Frank Cholly, de Lind-Waldock.

Además continúa la demanda para la producción de etanol. Hasta que alcancemos un nivel en el que no será más rentable, el mercado va a seguir subiendo, concluyó Cholly.

A estas consideraciones se agrega la inquietud sobre condiciones meteorológicas poco propicias, frescas y húmedas, al acercarse la estación de siembras. En cambio, el precio del trigo bajó, pese a un informe del USDA bastante pesimista sobre la calidad del trigo de invierno.

Centrales de abasto generan 32% de empleos

Juan Carlos Miranda

En los últimos tres años las centrales de abasto del país perdieron casi medio millón de empleos directos a causa del crecimiento de las grandes cadenas comerciales, que están depredando el comercio tradicional, advirtió la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca).

En conferencia de prensa, el presidente del organismo, Ramón Chavira Campos, exigió a los tres órdenes de gobierno que tomen medidas para fortalecer al sector, que es uno de los pilares del desarrollo nacional, destacó.

Las soluciones en el abasto y distribución de alimentos no deberían estar a cargo solamente de la iniciativa privada; en el mundo el tema de la alimentación está en la agenda de los gobiernos, dijo.

Chavira explicó que del millón 850 mil empleos directos que generan las centrales de abasto, se ha perdido la cuarta parte (462 mil 500) desde 2008 a la fecha, pues las trasnacionales han ganado terreno convenciendo al gobierno de sus grandes aportaciones económicas y sociales, pero de esa manera se empaña la realidad de los efectos colaterales que se provocan con la instalación de cada una de sus tiendas.

Precisó que si bien los canales tradicionales ocupan el primer lugar en la comercialización de productos (70.3 por ciento de las ventas se hacen a través de esta vía), la tendencia es hacia el crecimiento de los supermercados, que acaparan 14.7 por ciento de las operaciones, casi lo mismo que los establecimientos fuera del hogar con 15 por ciento del valor económico.

De mantenerse esta tendencia, en las centrales de abasto se incrementará la pérdida de empleos, la concentración del comercio en un número muy pequeño de jugadores y menos alternativas para el consumidor, especialmente el de bajos ingresos, advirtió.

El dirigente reconoció que el sistema tradicional de distribución de alimentos (representado por las centrales de abasto, tianguis, mercados públicos, tienditas de barrio, fruterías y recauderías, entre otros) se encuentra rezagado frente a las grandes cadenas comerciales, pero aclaró que la Conacca no está en contra de la modernización.

Al referir los principales problemas que enfrenta el sector, Chavira señaló: Seguimos hablando de alta inseguridad, cultura empresarial incipiente, ausencia de nuevos modelos de negocio, así como de tecnologías de información sistemática y falta de modernización en la operación del comercio al mayoreo. Lo más preocupante es que persistan las altas mermas por el inadecuado manejo de los productos.

Recordó que las centrales de abasto generan 32 por ciento de los empleos directos a nivel nacional y que en México existen 90 puntos de venta al mayoreo, de los cuales 64 son centrales de abasto y 25 mercados mayoristas.

De los últimos, añadió, dependen más de 5 millones de familias pues ahí operan 92 mil comerciantes.