La adquisición de la totalidad de acciones de Cablemás por Televisa no representa una alteración al mercado ni va en contra de la ley de competencia, porque se trata de una restructuración administrativa, aseguró el presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta.

Durante la presentación de su informe anual defendió una vez más la participación de la CFC en el diseño de la licitación 21, al asegurar que con la entrada de Nextel como nuevo competidor al mercado de las telecomunicaciones móviles se producirá una caída de 5 por ciento en los precios y tarifas, lo cual representará un beneficio de 12 mil millones de pesos para los consumidores.

No veo por qué (no) Telmex debiera dar también televisión restringida y tampoco considero por qué no sea conveniente hacer una licitación para una tercera cadena nacional, comentó.

El funcionario exigió al Congreso hacer su trabajo y realizar cambios en la ley de telecomunicaciones, así como darle más fuerza a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para que sea la instancia que tome las decisiones finales.

Anticipó que este jueves se decidirá uno de los seis puntos relacionados con la interconexión. Explicó que esta es una decisión que corresponde al pleno de la CFC y lo que solicité en la secretaría ejecutiva fue que los pusieran como tema prioritario. Ya veremos qué deciden mis colegas comisionados pero yo tomaré el 20 por ciento de esa decisión, indicó Pérez Motta.

Por separado, la organización de deudores El Barzón, señaló que los órganos reguladores, instrumentos del Estado para combatir la concentración, sólo sirven de mediadores entre grandes grupos empresariales; el conflicto Telmex-Televisa es el ejemplo más claro. Carecen de facultades más agresivas que inhiban tentaciones de acaparar mercados de bienes o servicios, destacó.

Observó que es muy grave que en discusiones por la interconexión, como las que se dan entre Telcel, Televisa, el tema de los consumidores nunca fue tocado. Hoy vemos cómo Emilio Azcárraga y Carlos Slim se acusan mutuamente por evidenciar quién abusa más, pero no es propiamente por el deseo de compensar u ofrecer mejores servicios y precios a los consumidores, sino por su obscena ambición de ser el mayor monopolio en la materia