Morelia, Mich., 1º de abril. El ayuntamiento de Morelia construye una unidad deportiva sobre un humedal de 26 hectáreas, en el que todavía existe una pequeña laguna de 200 metros cuadrados, uno de los últimos espejos de agua que hay en la capital michoacana. Partidos políticos y grupos ecologistas solicitaron al edil de esta ciudad, Fausto Vallejo Figueroa, rescatar el terreno.

El dirigente municipal del PRD, Alfredo Ramírez Bedolla, dijo que este tipo de humedal es importante para la ciudad pues de la filtración del agua de los manantiales de La Mintzita, se extrae 30 por ciento del líquido potable que abastece a la ciudad de Morelia.

“El humedal sigue vivo con todo y las aguas negras que están descargando. Hace 30 años este humedal, cuando llovía, llegaba a medir hasta 60 hectáreas y al margen habían unos pequeños restaurantes que vendían carpas que se extraían de la laguna.

Había por lo menos unas ocho lagunas que en tiempo de estiaje se secaban en buena parte, pero en lluvias abarcaba grandes extensiones de tierras inundadas donde proliferaban varias especies de flora y fauna. Son los filtros y purificadores de agua que van al subsuelo, y al irse agotando cada vez hay menos agua en la capital del estado, resaltó.

Subrayó que el Instituto de Tecnología del Agua aún puede recuperar 10 hectáreas que pueden ser compatibles con la unidad deportiva, por lo pronto que detengan la obra y eviten este daño ecológico, demandó.

En los inicios de la administración de Vallejo Figueroa, se decretó la protección del humedal y en 2010 se acordó dejarla sin validez para edificar la Unidad Deportiva Bicentenario, que lleva un avance de 40 por ciento. En ella, se han destinado más de 60 millones de pesos.

Cuenta con tres canchas de futbol, seis de basquetbol, una de futbol rápido, pista de atletismo, dos frontones, sanitarios, y están por instalar una trotapista, un ring de box, una pista de skateboard, un escalómetro, en una superficie de 166 mil metros cuadros, y cien mil metros cuadrados de áreas verdes.

Incluso, acotó, lo que es la colonia Chapultepec era también una zona de recarga de agua. “Tras la urbanización rellenaron el río y crearon un canal que ahora se conoce como Río Chiquito. Pero cada temporada de lluvias se sigue inundando y si no hacen algo pronto seguramente los rellenarán con escombros.

El riachuelo que alimentaba al humedal fue desviado, lo único que llega son aguas negras. Si no actúa pronto el gobierno municipal, se perderán más de 20 hectáreas que son propiedad del ejido Santiaguito y que pronto podrían urbanizar, lamentó.