Trípoli, 31 de marzo. El líder libio Muammar Kadafi advirtió hoy que la alianza militar encabezada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña decidió lanzar una guerra de cruzados entre cristianos y musulmanes en todo el Mediterráneo que se les saldrá de control, y denunció que han matado a un gran número de civiles, han enloquecido por el poder y quieren imponer la ley de la fuerza por encima de la fuerza de la ley.

En un texto leído en la televisión estatal libia, Kadafi dijo que los bombardeos aéreos –y algunos ataques desde barcos estacionadas en el Mediterráneo– constituyen un acto de agresión injustificada contra su país y advirtió que “en caso de que continúe, el mundo va a entrar en una guerra de cruzados. Han comenzado algo peligroso que se les saldrá de control.

Quieren volver a la Edad Media, afirmó Kadafi, quien no ha sido visto en público desde hace dos semanas, cuando Washington, París y Londres intensificaron su ofensiva contra posiciones gubernamentales libias, amparados por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, que el 17 de marzo aprobó la implantación de una zona de exclusión aérea a las naves de Trípoli y un embargo de armas con el fin de proteger a los civiles de ataques de las fuezas armadas oficiales.

Funcionarios libios consultados por la agencia Reuters dijeron que Kadafi se vio obligado a cambiar su rutina después de un ataque aéreo que afectó su residencia principal.

Pese a la intensificación de los ataques contra el ejército y la fuerza aérea de Libia, la tropa gubernamental repelió hoy con fuego de artillería a una columna de opositores armados que intentaron sin éxito tomar la ciudad de Brega.

Los rebeldes propalaron versiones de que el gobierno del vecino Chad apoyó con tres mil 600 hombres a las fuerzas armadas libias, pero no ofreció evidencias. También afirmaron que en la ciudad oasis de Kufra, en el sur de Libia, varios oficiales de la brigada Chamies desertaron y se pasaron al bando de los insurrectos.