Ante la propuesta del gobernador de Chihuahua, César Duarte, de enrolar en el Ejército Mexicano a los jóvenes que no estudian ni trabajan –denominados ninis–, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, afirmó que es imposible pensar en tener cobertura universal en educación media y superior de un día para otro e insistió en que quiere a esas personas en la escuela.

En tanto, Amaya Bernárdez de la Granja, directora general adjunta del Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, consideró que la iniciativa es una alternativa que debe ser estudiada.

La funcionaria del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) señaló que es una propuesta viable y podría representar una alternativa para el segmento juvenil de la población que suele ser seducido por grupos criminales.

Por su parte, el PRD rechazó la propuesta y la calificó de planteamiento que carece de humanismo al condenar a las nuevas generaciones a ser carne de cañón en la estrategia del gobierno federal contra el crimen organizado.

Vladimir Aguilar García, secretario de democracia sindical y derechos laborales del PRD, señaló que los millonarios gastos en publicidad que hace Felipe Calderón cada año para tratar de lavarse la cara, así como los recursos que los gobernadores priístas desvían de las arcas de sus administraciones para invertirlos en las campañas políticas de sus candidatos en tiempos electorales, podrían servir para crear los miles de puestos de trabajo que se necesitan para dar viabilidad al proyecto económico que reclaman las generaciones de desempleados.

Por su parte, Lujambio aseguró que el Ejército ha jugado un papel absolutamente central, pero a los niños los queremos en la escuela. Enfatizó que el crimen organizado responde a múltiples factores y bajo ninguna circunstancia podría atribuírsele al sistema educativo una responsabilidad directa y única.

Agregó que no todas las personas de escasos recursos ni con bajo nivel educativo se han sumado a las actividades de la delincuencia organizada.

En entrevista por separado, Bernárdez de la Granja afirmó que las autoridades estamos obligadas a trabajar alternativas y consideró que la propuesta de Duarte “es una de las muchas que podrían ofrecerse en el país. Consideramos que los jóvenes (ninis) han sido víctimas, por ejemplo, de algún tipo de exclusión y que debemos abrir, de acuerdo con cada necesidad, esas posibilidades”.

Aseguró que en el SNPS se busca promover el reconocimiento y aprovechamiento de las capacidades de los jóvenes, con el propósito de reducir su vinculación con la violencia, la delincuencia y la ilegalidad, así como mejorar su calidad de vida.

Explicó que con la finalidad de revalorizar la capacidad de los grupos juveniles se han tomado en consideración experiencia de otros países: En algunos se han aplicado políticas de mano dura que generalmente sólo sirven para cimentar la presencia de las pandillas y marginar aún más a los sectores afectados. Sin embargo, hay otros que aplican un tipo de justicia que prevé la reinserción de los jóvenes mediante alternativas como el trabajo social o el servicio comunitario.