Tampoco Jesús Chávez, empleado de una empresa constructora
Las demás víctimas se conocían por sus empleos y domicilios
Jueves 31 de marzo de 2011, p. 11
Autoridades federales y del estado de Morelos investigan la presunta conexión entre cinco de las siete personas asesinadas en Cuernavaca cuyos cuerpos aparecieron el pasado lunes dentro de un vehículo, y ya se determinó que dos de las víctimas, Jesús Chávez Vázquez, empleado de una constructora, y el estudiante de administración Juan Francisco Sicilia Ortega, hijo del poeta y novelista Javier Sicilia, no tenían ningún vínculo con las otras personas que fueron ejecutadas.
Funcionarios locales y de la Procuraduría General de la República (PGR) confirmaron que durante los trámites de reconocimiento y entrega de los cadáveres los familiares aportaron datos que vinculan a María del Socorro Estrada Hernández, de 44 años de edad; Jaime Gabriel Alejo Cadena, de 25 años (comerciante de juguetes); Álvaro Jaimes Avelar, de 40 (empleado de una empresa de seguridad privada), y sus sobrinos Julio César (estudiante) y Luis Antonio Romero Jaimes (empresario), de 20 y 24 años de edad.
La información recabada por este diario refiere que estas víctimas del crimen organizado se conocían por sus empleos, actividades y ubicación de sus domicilios en los municipios de Temixco y Cuernavaca.
Durante las primeras diligencias surgió la versión de que Álvaro Jaimes, habitante del fraccionamiento Primavera de la colonia Delicias, en Cuernavaca, antes de laborar como integrante de una empresa de seguridad privada había formado parte del Ejército, por lo que se buscará establecer sus antecedentes.
En el fraccionamiento Primavera vivía Juan Francisco Sicilia, pero las investigaciones que encabeza la Procuraduría General de Justicia de Morelos han determinado que no tenía ninguna actividad que lo vinculara con otras cinco víctimas.
Las autoridades ministeriales del estado de Morelos indicaron que alcanzaron estas primeras conclusiones durante los trámites de reconocimiento de las personas fallecidas y halladas en la calle Brisas de Tampico.
La procuraduría morelense continúa con las indagatorias en colaboración con la PGR, el Ejército Mexicano y la Policía Federal (PF), y forman parte de las líneas de investigación el posible involucramiento de policías locales en el levantón de las siete víctimas, y también en la corroboración de que los ejecutores estarían vinculados con integrantes de alguna de las dos organizaciones a las que se ha imputado la comisión de los homicidios: el cártel del Golfo y el del Pacífico Sur (Beltrán Leyva).