Tuxtla Gutiérrez, Chis., 29 de marzo. El ministro consejero de la embajada de Estados Unidos y virtual embajador, John D. Feeley, aseveró hoy aquí que para combatir el tráfico ilegal de armas hacia México su país ha comenzado una inspección al ciento por ciento de toda la carga que pasa por ferrocarril: se han incrementado las verificaciones y el número de agentes en los puertos en nuestra frontera sur.

Indicó que con la renuncia del embajador Carlos Pascual, México ha perdido un gran amigo, pero la relación va mucho más allá que un solo nombre y el programa de trabajo va a continuar con respeto absoluto a la soberanía de México.

Con este país, agregó, se han alcanzado niveles de coordinación y cooperación sin precedentes, contamos con la buena voluntad del gobierno de México y de los gobernadores, nuestro trabajo aquí no es político, no es partidista y vamos a continuar con esta agenda y este rumbo.

La Iniciativa Mérida, subrayó en entrevista, “no es ningún plan americano sino un proyecto compartido; fue valiente la decisión del gobierno del presidente (Felipe) Calderón de combatir al crimen organizado. En Estados Unidos hemos hecho operativos para combatir al narcotráfico en 230 ciudades donde hay presencia de cárteles de distribución”.

Refirió que “cuando el presidente (Barack) Obama dice que hay corresponsabilidad con México, es porque se tiene que reducir el consumo de droga en Estados Unidos. Tenemos una lucha contra los narcos, aunque no tengan nombres famosos como El Chapo, que viven en el país envenenando a los jóvenes”

Sostuvo que las dimensiones del tráfico de armas y de drogas es un gran problema, pero no nos vamos a rendir en cuanto a nuestro compromiso de trabajar estrechamente con este gobierno y con cualquier otro que venga.

Antes, durante su participación en el foro internacional Migración y trata de personas: un problema complejo, Feeley dijo: soy hijo de migrantes. Me voy a comprometer por una reforma migratoria para poder lograr un paso ordenado y seguro a Estados Unidos.

Manifestó que cuando Obama dice que Estados Unidos es hoy un país con mayor diversidad que nunca en su historia, es que siempre hemos venido europeos, africanos, y mis hijos forman parte de ese mosaico multicultural.

Indicó que lo que mi presidente ha dicho es que el sistema está roto. Más de 55 por ciento de la población nacida en Europa y Asia que reside en Estados Unidos se ha naturalizado; para los latinoamericanos la cifra es de 30 por ciento, y acerca de la población nacida en México que vive en mi país, apenas 25 por ciento se ha naturalizado.

Aseguró que no somos partidarios de una amnistía para la legalización de indocumentados, porque es un tema muy caliente y no va a pasar (en el Congreso).

Cuestionado por el auditorio sobre las deportaciones de mexicanos y centroamericanos en la madrugada y dispersando a las familias, Feeley respondió que ese asunto siempre es muy discutible. Tienen razón; cuando al pobre chiapaneco lo deportan por Ciudad Juárez sin dinero, es muy difícil. Hemos intentado limitar las deportaciones unilaterales y estamos tratando de aumentar las repatriaciones vía aérea. Y en el caso de las repatriaciones de niños solos, hemos investigado las denuncias caso por caso; en realidad son pocos, eso no quiere decir que no ocurran, pero son poco frecuentes.

Marcos Fastlicht dio lectura a las conclusiones del foro. Resaltó que hubo amplia coincidencia acerca de que la trata de personas es un fenómeno mundial que obliga a los países a reforzar tanto su legislación interna como a aplicar programas que prevengan la comisión de ese delito.

De igual forma, los participantes consideraron que la migración y la trata de personas son fenómenos que han crecido en forma alarmante en México, por lo cual se recomienda a las autoridades de los tres niveles de gobierno que refuercen las medidas de prevención, combate y sanción para ese delito, así como brindar atención a las víctimas y sus familiares.