Bruselas, 28 de marzo. El comisario de Transporte de la Unión Europea (UE) pidió apartarse de los combustibles fósiles para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger a las economías de alzas en el precio del crudo, pero críticos dijeron que su estrategia carece de coherencia.

El comisario, Siim Kallas, expresó en un documento estratégico que las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte deberían bajar aproximadamente una quinta parte, por debajo de los niveles actuales, para 2030, y a 60 por ciento por debajo de los niveles de 2050.

A largo plazo eso significa eliminar los autos a motor diesel o gasolina de las ciudades, disponer que la mitad del transporte por carretera se haga en trenes y barcazas.

La crisis económica ha hecho ese objetivo más difícil, dado que la UE gasta alrededor de 210 mil millones de euros al año en importar combustible.

Trenes, aviones y barcos duran décadas, subrayó Kallas a los periodistas. Las acciones de hoy determinarán la forma del transporte en 2050 y es por eso por lo que actuamos ahora, aseveró.

Sin embargo, la mayor parte de las acciones del bloque se posponen.

El objetivo para 2030 de un recorte de 20 por ciento de las emisiones se basa en las reducciones recientes, pero no anula el crecimiento de un tercio desde 1990, que fue causado principalmente por el incremento en el número de automóviles y los vuelos más baratos.