París. La abstención histórica, el triunfo de la izquierda y el avance del ultraderechista FN en las elecciones cantonales del domingo en Francia constituyen el último aviso al presidente Nicolas Sarkozy, cuyo partido sigue perdiendo terreno a un año de las presidenciales de 2012. En el último año, las urnas y las encuestas han demostrado que retomar los temas predilectos de la ultraderecha para ganarse ese electorado tuvo un efecto bumerán que podría llegar hasta la presidencial.