Monterrey NL, 28 de marzo. En Nuevo León son cada vez más los detenidos, levantados y asesinados menores de 21 años, y hay un creciente fanatismo por la subcultura del narco, incentivado por las bandas, que reclutan jóvenes y niños con promesas de dinero, fama, encanto y poder, a fin de resarcir las bajas que les causan las fuerzas de seguridad, aseguran académicos.

El informe del Trans Border Institute Drogas y violencia en México, de Viridiana Ríos y David Shirk, señala que de 2009 a 2010 la cifra de asesinatos perpetrados en la entidad aumentó de 112 a 604, y el censo de 2010 refiere que en el mismo periodo los homicidios de jóvenes de 15 a 19 años aumentaron de 22 a 27.9 por ciento del total nacional de muertes violentas.

En días recientes el gobierno de Nuevo Léon alertó sobre la creciente participación de menores en la delincuencia organizada, y el gobernador Rodrigo Medina consideró preciso reducir la edad penal porque los responsables reciben condenas cortas aun cuando estén implicados en multihomicidios y otros delitos graves.

Este lunes el mandatario insistió en su propuesta tras darse a conocer que la cifra de menores infractores en la entidad aumentó 98 por ciento de 2009 a 2010, y la de detenidos 28 por ciento. Medina requirió al Poder Legislativo reformar no sólo las penas para adolescentes, sino también fortalecer la prevención, el empleo y la educación.

Según el Poder Judicial del Estado, entre 2009 y 2010 el número de menores procesados por delitos del fuero federal creció 98 por ciento, de 52 a 103, mientras los del fuero común aumentaron 28 por ciento, de 269 a 345.

El vocero de seguridad estatal, Jorge Domene, dijo la semana pasada que 40 por ciento de los detenidos en lo que va del año son menores de 20 años y alertó que al eximírseles de castigo tarde o temprano serán un riesgo mayor para la sociedad.

La Procuraduría General de la República (PGR) presentó en enero de 2010 un estudio sobre pandillas que incluye a las nuevoleonesas Calle Locos y Los Pitufos. Desde agosto de 2008 el entonces secretario de Seguridad Pública estatal, Aldo Fasci, dijo que había pandilleros de 10 años, pero no se dio seguimiento al tema. Otras autoridades han advertido que 90 por ciento de las pandillas crean grupos más violentos y engrosan las filas del crimen organizado.

Monir Georgi, director académico de la Universidad del Valle de México campus Cumbres, en Monterrey, afirmó que, según distintas investigaciones, muchos adolescentes de entre 12 y 18 años son levantados de escuelas y salones de baile para hacerlos criminales, con promesas de dinero y poder.

Los centros de espectáculos donde se presentan grupos musicales son puntos de distribución de droga y de reclutamiento de sicarios.

“Un examen sociológico realizado en los municipios de García y Guadalupe mostró que las chicas no abominan de ser novias de los capos; que los chicos no esperan invitación para incorporarse a las bandas, y que unas y otros reconocen al crimen organizado un estatus superior al formal, porque los mafiosos visten bien, traen fajos de billetes y dan escoltas a sus amantes y novias”, añadió el investigador.

Tal incentivo –dijo– alivia los traumas de la marginación y atrae a numerosos prospectos porque el narcotráfico les ofrece realizar su sueño por la vía rápida y sin mayor esfuerzo, en un mercado de al menos 320 mil millones de dólares anuales en todo el mundo.

Como parte del adoctrinamiento, los cárteles cultivan en sus reclutas jóvenes la rebeldía contra el gobierno y les dan la sensación de pertenencia que no logran en sus casas por la falta de un núcleo fuerte, aunque también hay universitarios de clase media y de instituciones públicas y privadas ligados a la delincuencia organizada, concluyó.