La norma ambiental de la industria aeronáutica está rezagada
, advierte
Martes 29 de marzo de 2011, p. 37
El presidente del consejo de administración de Interjet, Miguel Alemán Velasco, apremió a aplicar un gravamen especial para aquellas compañías aéreas que tengan una flota de aeronaves obsoleta y contaminante. Sólo con medidas de estímulo y sanción es como seguramente se podrán renovar estas flotas
, dijo.
Al participar en el anuncio oficial del primer vuelo de demostración con biocombustibles –que hará Interjet el viernes primero de abril en la ruta México-Tuxtla Gutiérrez– el también propietario de la aerolínea recordó a los legisladores que la norma ambiental aplicable a la industria de la aviación ha quedado rezagada
y resulta urgente que sea actualizada.
Por ello, insistió, es necesario que en esta ley se eleven los estándares en los niveles de contaminación, tanto por emisión de bióxido de carbono a la atmósfera, como por ruido, dos características que tienen las aeronaves más antiguas.
En el encuentro por el anuncio de los vuelos con biocombustibles, realizado en las instalaciones de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el director de este organismo descentralizado, Gilberto López Meyer, dijo que aunque la edad de los aviones en México se ha reducido en los últimos años, la edad promedio actual es de 14 años, que es bastante
si se compara con el promedio internacional que oscila entre cuatro y seis años.
Para el vuelo inaugural de demostración se utilizará un Airbus A320-314, que operará con una mezcla de 27 por ciento biocombustible y 73 por ciento combustible fósil. En el segundo semestre del año se espera que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) emita los estándares internacionales para su uso comercial y defina los porcentajes permitidos de mezcla para vuelos comerciales, así como las especificaciones oficiales.
El biocombustible se usa ya exitosamente en operaciones militares, pero los vuelos comerciales regulares con biocombustibles tardarán una década en realizarse, pues se tiene que avanzar en la producción de las materias primas, señalaron funcionarios y empresarios.
Por ejemplo, el litro de bioturbosina para este vuelo costará 150 pesos, monto extraordinariamente superior a los 10.85 pesos que cuesta la turbosina normal. Se prevé que este costo disminuirá en la medida en que se generalice su producción y uso, lo que podría ocurrir en diez años.
Actualmente, informó López Meyer, ASA tiene 100 mil litros de biocombustibles para futuros vuelos de prueba, pero destacó la importancia de encontrar nuevas fuentes de energéticos debido a la volatilidad del precio internacional del petróleo.