El aumento de precios de los productos básicos y la volatilidad en los flujos de capital constituyen riesgos latentes para América Latina y el Caribe, pese a las fortalezas económicas de la región.

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo, dijo que por ello es de suma importancia que el alza de precios de los productos básicos no se traduzca en un problema de seguridad alimentaria.

En la sesión inaugural de las asambleas de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), el funcionario llamó a definir programas que mejoren la productividad agrícola, los canales de comercialización y la oferta de alimentos en la región.

Al concluir su periodo como presidente de las Asambleas del BID y del CII, Cordero Arroyo afirmó que el BID fue un instrumento decisivo para que América Latina y el Caribe mantuvieran sus fundamentos macroeconómicos y enfrentaran mejor la crisis financiera global.

Apuntó que durante el último año se avanzó de manera notable en el proceso de aumento de capital, respondiendo favorablemente ante la crisis financiera global y demostrando que el organismo se mantiene como actor relevante para el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe.

Recordó que la crisis financiera puso a prueba a toda la región, pero con el trabajo y los avances de los últimos 15 años, las economías de la zona resistieron de manera más sólida el choque externo.