Domingo 27 de marzo de 2011, p. a20
Pienso que sueño que muero. No sé si se trata de un sueño o de un pensamiento. Escribo que pienso que sueño que muero.
La cita anterior pertenece a uno de los cuadernos que Salvador Elizondo escribió entre agosto de 1986 y diciembre de 1997 con el propósito de volcar su escritura sobre ellos durante las altas horas de la noche y la madrugada.
En estos textos se pregunta el autor si existe una diferencia de estilo entre los pensamientos que se producen de día y las ideas que surgen de noche.
El primer cuaderno de los Noctuarios de Elizondo, se incluye en el volumen El mar de iguanas, que recopila relatos del autor escritos en épocas distintas, como La autobiografía precoz publicada en 1966, cuando el escritor tenía 33 años y acababa de ganar el premio Xavier Villaurrutia con su novela Farabeuf; Ein Heldenleben, recogido en Camera lucida en 1983, publicado a los 51 años.
También se incluye Elsinore, obra maestra de la novela corta publicada cinco años después, así como los cuadernos que conforman los diarios nocturnos o noctuarios, que se presentan como primicia editorial.
A lo largo de estas páginas el lector descubrirá aspectos interesantes de la infancia del escritor y por qué al adentrarse a la edad adulta, esa etapa del adulterio de la vida
y la adulteración de los recuerdos
resulta imprescindible volver la mirada hacia los primeros años.
En su Autobiografía, Elizondo juega a hacer de sí mismo un mito genial y a construir una imagen entre terrible, atrevida y escabrosa. Con un particular estilo comienza a recordar lo que vivió siendo niño a partir de los fragmentos de memoria propia y de los recuerdos (propios) de otros recuerdos (ajenos).
En el texto Ein Heldenleben, el autor refleja la experiencia de la guerra y del nazismo en México en los años 40 del siglo pasado.
Título: El mar de iguanas
Autor: Salvador Elizondo
Editorial: Atalanta
Número de páginas: 318
