Sábado 26 de marzo de 2011, p. a16
En la historia de la música de finales del siglo XX y principios del XXI, un nombre aparecerá por siempre como emblema: Oregon.
Era 1971, era de los grupos con nombres de a kilómetro (Creedence Clearwater Revival, por ejemplo), tan largos como conceptuales.
Antes de llamarse Oregon, este grupo-emblema se presentó en sociedad como Tyme-Music of Another Present Era, en un rejuego irónico a la pregunta que todos les hacían, pues no entendían: ¿qué tipo de música es la que hacen ustedes? Tyempo (la y le da un aire griego, jajaja) Música de una Era Actual que es Otra, o bien: Música Alternativa para nuestra Era, o: Música de Otra Era Presente, o bien: Como Quieran. (je)
En el mismo tono de suave ironía, el maestrísimo Paul McCandles propuso a Ralph Towner y a Glenn Moore, sus compañeros de fila, nombrar Oregon al grupo y así mitigar la nostalgia de aquellos dos por su terruño.
A Oregon le viene muy bien la metáfora de los Tres Mosqueteros, que son Cuatro: el genio del grupo, Collin Walcott, falleció en un accidente automovilístico durante una gira de la banda por Alemania.
Sucedió algo muy parecido a lo que vivió Bill Evans, quien luego de haber logrado la epifanía, de alcanzar la perfección musical junto al bajista Scott LaFaro, tuvo que sobrevivir a la muerte, también en accidente de carretera, de su entrañable amigo.
Ambos, el grupo Oregon y Bill Evans, guardan la memoria y rinde homenaje cotidiano a sus amados fallecidos haciendo la música de calidad que practicaban en vida, juntos.
Ambos tardaron cosa de un año en poder volver a hacer música. Bill Evans formó otros tríos y Oregon volvió a tocar con otros percusionistas, aunque el perfil de Collin Walcott era difícil de llenar, pues dominaba media docena de instrumentos, fundamentalmente la cítara, alumno como había sido de Ravi Shankar.
El suplente original de Collin Walcott en Oregon fue Trilok Gurtu, otro genio, también adentrado en la magia de la música de la India. Grabaron joyas para el sello ECM, que es el emblema por antonomasia de buena música en el planeta.
A Collin Walcott se le reconoce como pionero, junto a Paul Winter, de lo que hoy muchos gustan en llamar world music. Pero la música que hizo y que practica hoy día Oregon va mucho más allá de eso: es magia, alquimia, epifanía, todo sonando al mismo tiempo.
El oboe de Paul McCandless, la guitarra de concierto de Ralph Towner, el bajo embrujado de Glen Moore y las percusiones de Mark Walker producen una música fuera de serie, un sonido inextinguible y personalísimo. Llamarle world music es muy pobre. Música Otra del Aquí y Ahora me gusta como traducción libre y soberana del nombre original de este grupo que, notición, vuelve a grabar: Oregon in stride, una obra maestra que mantiene el misterio, el embrujo, la cantilación exquisita, llena de sensualidad y exquisitez de Oregon, que por cierto estuvo en dos ocasiones (1989, 1994) en la Sala Nezahualcóyotl, la segunda de ellas con Sacbé: al piano otro maestro ya también, y reciente, fallecido: Eugenio Toussaint.
La nota del día es también la presencia en México de Pat Metheny, de quien hemos seguido puntualmente su magistral discografía. Este es uno de los recientes discos suyos: www.jornada.unam.mx/2010/06/20/index.php?section=cultura&article=a23n1dis
Mientras tanto, suena en los altavoces la magia de Oregon, original Música del Aquí, el Ahora.