Pal Enger desea vivir de los cuadros que pinta y que sus hijos se sientan orgullosos de él
Viernes 25 de marzo de 2011, p. 8
Oslo, 24 de marzo. El ladrón de arte más famoso de Noruega quiere vivir de los cuadros que él mismo pinta: Pal Enger, quien en 1988 robó El vampiro, la famosa obra de Edvard Munch, y en 1994 la todavía más célebre El grito, de la Galería Nacional, expone ahora 14 obras propias en un lugar mucho más modesto, una galería de Oslo.
Creo que tampoco son peores que algunas obras en las grandes galerías
, dijo el artista de 43 años, padre de cuatro hijos, en declaraciones al diario VG.
Para sus conciudadanos en Noruega, Enger es conocido sobre todo por las imágenes de la cámara de vigilancia en las que en 1994 se le ve subir de noche por una escalera en la Galería Nacional.
Desde allí trepó por una ventana hasta colarse dentro del museo y pudo salir con El grito sin ser reconocido.
Además de este robo y el de seis años antes de El vampiro, Enger tiene antecedentes penales por otros fraudes, así como el asalto a una joyería.
Hace apenas una semana fue condenado por conducir con una elevada tasa de alcohol en la sangre, contó Enger al VG.
Y relató además que con la venta de sus propios cuadros ahora espera lograr que sus hijos se sientan finalmente orgullosos de él.