Ministros y representantes del sector elaboran la Declaratoria de Guanajuato en esa ciudad
en construcción: Villa Rivera
En el país se da 0.4 del PIB, porque apenas hace cinco décadas surgieron los primeros doctores formados en física, argumentó el titular del Conacyt
Instarán a los gobiernos a aumentar recursos
Viernes 25 de marzo de 2011, p. 2
Guanajuato, Gto., 24 de marzo. Frente a una inversión promedio de apenas 0.6 por ciento de los países latinoamericanos y del Caribe para las actividades científicas y tecnológicas, ministros del ramo se pronunciaron por la convergencia de proyectos aislados en la región para impulsar una innovación inclusiva, ya que tenemos gente que vive en pleno siglo XXI y otros que no han cambiado sus prácticas desde hace 500 años
.
En el primer día de trabajos de la reunión de titulares de ministerios y altas autoridades del sector, los funcionarios discutieron rumbo a la elaboración de la llamada Declaratoria de Guanajuato, en la que se emitirán recomendaciones a los gobiernos para elevar el monto de financiamiento y establecer proyectos conjuntos, como crear megalaboratorios entre varios países, propuesta realizada por Perú.
La jefa de la División de Ciencia y Tecnología del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Flora Montealegre, llamó a las naciones de la zona a trabajar en metas ambiciosas, como colocar a un número destacado de sus universidades entre las mejores 100 del mundo.
Durante las mesas de discusión, la viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Lina Domínguez Acosta, puso sobre la mesa uno de los problemas que se han ignorado, el cual consiste en la acreditación de los programas de estudio para impulsar la movilidad estudiantil, así como de docentes e investigadores.
La integración es clave y la vía de Cuba para acceder a la misma es por medio de la acreditación y la certificación, destacó.
Antes de presentar a los ministros de 17 naciones la Iniciativa de políticas de innovación en Latinoamerica y el Caribe (PILAC), con la cual se pretende tener una plataforma común para contribuir al desarrollo, el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Villa Rivera, argumentó que la ciencia mexicana y la regional están en construcción
, y nuestro país invierte alrededor de 0.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el rubro.
De hecho, justificó que la historia de la actividad científica y tecnológica de México tiene muy pocos años, ya que apenas hace cinco décadas teníamos los primeros doctores formados en física.
Experiencia brasileña
El secretario ejecutivo adjunto del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil, Antonio Ibanez Ruiz, expresó que cuando se invierte en actividades del rubro este apoyo se convierte en riqueza y si, por el contrario, se reduce el presupuesto para el sector, se transforma en pobreza.
Los recursos humanos y los fondos son pocos, de manera que antes de olvidarse de otros proyectos ya existentes es necesario mantener, consolidar y concentrar las experiencias que tenemos para trazar el rumbo a seguir, manifestó.
Contó que Brasil, uno de los punteros de la región, primero realizó una planeación para administrar los fondos sectoriales y en ocho años multiplicó por 10 esos recursos.
Pero también existió la voluntad política, en este caso del ex presidente Lula da Silva, de colocar el desarrollo científico como una de las prioridades. Indicó que en estos proyectos la presencia de los bancos es fundamental: nos ven como clientes
, y si nos faltan recursos es necesario ir detrás de ellos.
Sin embargo, insistió en que existen recursos asignados en diferentes proyectos, y lo que se tiene que hacer, más bien, es integrarlos en torno a acciones.
Flora Montealegre detalló que ese organismo financia entre 2 mil y 14 mil millones de dólares anuales para proyectos de América Latina (AL) y el Caribe. Señaló la disposición del banco para abrir una línea de crédito dirigida a los proyectos en este sector.
El copresidente de la reunión y ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, José Lino Barañao, apuntó que en su país el presupuesto para el rubro es de 2 mil millones de dólares, cantidad que las compañías farmacéuticas invierten en desarrollar dos o tres fármacos.
Mientras la sociedad esté más educada tendrá mayor calidad de vida, finalizó.