La renuncia del embajador Carlos Pascual no afectará el combate al crimen organizado que llevan a cabo la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) y agencias estadunidenses como la antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), Migración y Aduanas (ICE), de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF) y de Investigaciones Federales (FBI), señalaron funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR).

Los entrevistados señalaron que los agentes estadunidenses, entre ellos algunos que llevan más de seis años operando en México, mantienen sus actividades de intercambio de información con instancias como la Policía Federal Ministerial o la Agencia Federal de Investigación, que dirige Wilfrido Robledo Madrid, y el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), que encabeza  el almirante José Luis Figueroa (ex jefe de la Policía Federal Preventiva).

Tanto la AFI como el Cenapi son instancias de la PGR que han obtenido recursos de la Iniciativa Mérida, y sobre todo son dos de las principales agencias mexicanas que colaboran con agentes de Estados Unidos compartiendo tanto información de casos relevantes, como de aquellas operaciones de alto impacto contra grupos del crimen organizado, principalmente dedicados al tráfico de drogas.

Pascual renunció el sábado pasado, luego de la revelación de cientos de memorandos confidenciales que había escrito a distintas autoridades de Estados Unidos y que fueron obtenidos por Wikileaks y publicados por La Jornada, en los que criticaba a diversas autoridades mexicanas y exhibía la influencia que había tenido en distintas acciones contra el crimen organizado, especialmente en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks