Melbourne. El debut de Sergio Pérez con Sauber, previsto para este fin de semana en el primer Gran Premio de Australia, supondrá el regreso de México a la Fórmula Uno, 30 años después de la participación de Héctor Rebaque en el campeonato de 1981. El país tricolor consigue situarse en la parrilla de salida de la competición reina del automovilismo con un equipo teóricamente menor, como Sauber, pero puede servir de trampolín a Checo, una de las grandes promesas de los circuitos. La Fórmula Uno es el sueño de cualquier piloto joven y uno que se hace realidad para mí. Estoy consciente del gran desafío que supone y de las responsabilidades que implica. Estoy feliz de aceptarlas, dijo el piloto de Guadalajara cuando se confirmó su fichaje, a finales del pasado año. El gran ausente en el arranque de la temporada será el jefe del Gran Circo, el británico Bernie Ecclestone, quien se encuentra en Nueva York para hablar con el alcalde Michael Bloomberg sobre la posible carrera en Staten Island. En Australia, el rival a vencer será la escudería Red Bull, campeón de pilotos y de constructores con el alemán Sebatian Vettel y el local Mark Webber. Según los protagonistas, los neumáticos de Pirelli, menos resistentes que los Bridgestone usados con anterioridad, podrán ser un factor determinante en el certamen.