Cuetzalan, Pue. 21 marzo. La cesión de recursos naturales al capital privado ha llevado a que alrededor de la tercera parte del territorio nacional –59 millones de hectáreas– esté concesionada a empresas mineras, a un aumento del número de proyectos turísticos en detrimento del medio ambiente, a la escasez de agua y al agotamiento del suelo, advirtieron asistentes al primer Foro Nacional para la Regeneración Ambiental.

Hoy, México es escenario de batallas entre las fuerzas ciudadanas y los cientos de proyectos mineros, hidráulicos, energéticos, turísticos, agrícolas, forestales y biotecnológicos, afirmó Víctor Manuel Toledo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, ante decenas de asistentes y de Andrés Manuel López Obrador, dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Al encuentro, convocado por el Morena, la Unión de Cooperativas Tosepan y el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas, acuden decenas de representantes de comunidades, organizaciones, académicos y ciudadanos preocupados por el tema socioambiental y las implicaciones que los desarrollos de infraestructura, turísticos y de minería, entre otros, tienen en sus comunidades.

Se reunieron en este pueblo mágico, de unos 20 mil habitantes, donde se producen café, pimienta y miel. El foro comenzó con una ceremonia indígena de tributo a nuestra madre tierra, y los asistentes abordaron en mesas de trabajo los principales temas de preocupación y que les afectan directamente: agua, minería, maíz, seguridad alimentaria, turismo, bosques y selvas.

Manuel Toledo presentó el diagnóstico socioambiental del territorio nacional. Apuntó que a la tragedia de la proliferación de proyectos contribuyen los gobiernos de todos los partidos y de los tres niveles de gobierno. Frente a ello, nutriéndose de su cultura ancestral y de su historia agraria, las comunidades campesinas e indígenas se enfrentan y resisten el embate por mercantilizar los recursos.

En el caso de la minería detalló la resistencia, como en Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, contra Minera San Xavier; Blackfire, en Chicomuselo, Chiapas, y Grupo México, en Angangueo, Michoacán. Sólo en este rubro se han concesionado alrededor de 50 millones de hectáreas. Dijo que, ante la expansión de ese tipo de proyectos, se han creado movimientos de resistencia y alternativos.

Aseveró que en manos del sector social hay 28 millones de hectáreas, que conforman 26 regiones en todas las zonas ecológicas del país. La defensa de las comunidades no es sólo por los recursos naturales, sino por el territorio, la cultura, la vida colectiva y la autogestión comunitaria, comentó.

En la mesa sobre minería se planteó que la actividad ha ido en ascenso y que Quintana Roo es el único estado del país en que no se desarrolla esa labor. En la referente al maíz predominó la preocupación por los cultivos de transgénicos y la dependencia del exterior.

Aurelio Fernández, director de La Jornada de Oriente, presentó en la plenaria el ordenamiento ecológico de Cuetzalan, que se desarrolló con los habitantes. Durante su elaboración, comentó, se descubrió que entre 1970 y 2009 se perdió 38 por ciento de bosques y selvas y hay fuerte contaminación del agua y pérdida de especies. Ante ello, los indígenas han desarrollado opciones para frenar el deterioro.

López Obrador llegó aquí por la tarde para conocer los planteamientos de los asistentes al foro, a quienes habló sobre el proyecto alterno de nación que presentó el domingo pasado. En su intervención, después de una comida, destacó puntos relacionados con soberanía alimentaria, rechazo a la introducción de semillas transgénicas, freno a la degradación del territorio y preservación de recursos naturales.

Subrayó que en el nuevo proyecto de nación participaron algunos organizadores del foro, entre ellos Armando Bartra y Luciano Concheiro. En éste se presentó lo que vamos a hacer, lo que se va a llevar a la práctica cuando triunfe el movimiento político y social.

Explicó que el compromiso 35 de su nuevo proyecto se refiere al fomento al sector social de la economía, con un modelo de cooperativas de producción, servicios y consumo. Los ejemplos a seguir y reproducir son los de la cooperativa Pascual y de Tosepan. Esta última experiencia le fue presentada por los anfitriones del acto, quienes desde hace 34 años trabajan bajo ese esquema y tienen diferentes empresas en las que participan miles de cooperativistas.