El saldo de la deuda de México con organismos financieros internacionales, principalmente el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), llegará este año a una cifra histórica de 20 mil 200 millones de dólares, la cual representará 34 por ciento del total del endeudamiento externo, reconoció la Secretaría de Hacienda.

Para 2011 se contratarían nuevos créditos por 2 mil 500 millones de dólares, la mitad del endeudamiento externo autorizado por el Congreso, por 5 mil millones de dólares, con lo que se alcanzará ese saldo histórico. Esto representará un incremento de 236.6 por ciento entre 2006 y 2011.

Sin embargo, la dependencia apuntó que buscará disminuir esos compromisos financieros para tener flexibilidad en caso de futuros periodos de incertidumbre financiera, es decir, mantener a los organismos financieros internacionales como una fuente abierta de financiamiento, en caso de ser necesario.

En su plan anual de financiamiento la Secretaría de Hacienda afirmó que la estrategia seguida en el manejo de deuda permitió enfrentar la crisis financiera internacional desde una posición más sólida que en el pasado, ya que el monto vigente de la deuda externa del gobierno federal no representa un factor de riesgo relevante para la economía nacional. Además, permite que la deuda externa pueda ser utilizada como un elemento que aporte mayor flexibilidad en el financiamiento de las necesidades del gobierno federal durante 2011.

Para el caso de los créditos recibidos de los organismos financieros internacionales la dependencia recordó que en 2010 se tuvo un nivel de endeudamiento neto similar al de 2009, es decir, hasta por 5 mil millones de dólares. Sin embargo, indicó, el año pasado, al mejorar las condiciones de los mercados internacionales de capital, las necesidades de financiamiento con esas instituciones disminuyeron y sólo se solicitaron 3 mil 500 millones.

Durante los últimos años los créditos con los OFI (organismos financieros internacionales) han mostrado ser una importante alternativa de financiamiento para el gobierno federal cuando ha habido restricciones de liquidez en los mercados, por lo que para 2011 la estrategia consistirá en seguir reduciendo el endeudamiento neto hasta alcanzar un nivel de 2 mil 500 millones de dólares, cifra que permitirá mantener espacio disponible de fondeo con estas instituciones para cuando las condiciones de mercado no sean lo suficientemente propicias para acceder a otras fuentes de financiamiento.

Entre 2000 y 2005 el país obtuvo mil 500 millones de dólares anuales de los OFI, con lo que acumuló un saldo de 14 mil 700 millones de dólares, equivalentes a 27 por ciento de la deuda externa. Con una mejoría en las condiciones del crédito en los mercados, en particular el local, el gobierno mexicano amortizó 10 mil millones de dólares. Pero a partir de 2008 y con la crisis financiera internacional encima, en 2009 y 2010 el saldo se elevó nuevamente hasta alcanzar 20 mil 200 millones de dólares, equivalentes a 34 por ciento de la deuda externa.

Pero, aclaró la dependencia, la política de la deuda con los organismos financieros internacionales busca, conforme a la evolución de los mercados, reducir de forma gradual ese endeudamiento para obtener un margen que pudiera ser utilizado en el futuro en caso de que se presenten nuevos eventos de inestabilidad financiera internacional.