Saná, 20 de marzo. El presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, se vio obligado a disolver su gabinete este domingo, después de que tres ministros, el representante oficial ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y al menos dos altos directivos del Congreso Popular General (partido en el gobierno) renunciaron en protesta por la represión a opositores, que el pasado viernes dejó un saldo de 52 muertos a manos de francotiradores en esta capital.

Huda Baan, ministra de Derechos Humanos, y Abdalá Saidi, el embajador ante la ONU, fueron los dos últimos casos de dimisión antes de que Saleh pidiera la renuncia de todos los altos funcionarios de su gobierno, lo que según algunos analistas representa un nuevo golpe político, después de que Sheij Sadiq Ahmar, jefe de la tribu Hashed –a la cual pertenece el presidente–, reiteró al mandatario su petición para que deje el poder antes del periodo legal que concluye en 2013 y que ha sido el eje de las manifestaciones populares iniciadas en enero pasado.

La petición al presidente fue difundida por la tribu Hashed después de que Ahmar recibió en su residencia a un grupo de clérigos que debatieron la problemática de esta república unificada en 1990, tras años de división entre los territorios sur y norte, con capitales en Adén y Saná, donde Saleh ha ocupado el palacio presidencial desde 1979.

Sheij Abdul Majid Zindani, otro influyente clérigo, propuso el pasado viernes, en un comunicado, que Saleh transfiera el poder provisionalmente a Abdu Rabu Mansour Hadi, vicepresidente de este país del suroeste de la península arábiga.

Al noroeste de Yemen, en la ciudad siria de Deraa, unas 200 personas incendiaron la sede local del gobernante partido Baaz, después de participar junto a unas 10 mil personas en una manifestación que exigió la supresión del estado de emergencia, impuesto en 1963, cuando los baazistas llegaron al poder.

Los manifestantes también quemaron el edificio de tribunales y las oficinas de dos compañías telefónicas, una de las cuales, Syriatel, es propiedad de Rami Majlouf, primo de Bachar Assad, quien asumió la presidencia en 1990 de manos de su padre.

La marcha de este domingo en Deraa fue la tercera que se realiza consecutivamente en esta localidad. La policía dispersó la protesta con disparos de armas de fuego y gases lacrimógenos, con saldo de un muerto.

Gana el sí a la reforma constitucional en Egipto

En Egipto, 77 por ciento de los 18.5 millones de ciudadanos que el sábado votaron en el referendo sobre una reforma política constitucional dieron su aprobación a los cambios que reducen de seis a cuatro años el mandato presidencial, limitan a dos ocasiones la postulación al puesto y flexibilizan los requisitos para aspirar a la jefatura del Estado.

La participación fue de 41 por ciento en esta jornada electoral que marcó el principio de una serie de cambios propiciados por las protestas desatadas en enero.