Papantla, Ver., 20 de marzo. La Luna se hizo cómplice del Parque Takilhsukut para ofrecer el sábado una noche espectacular en el Nicho de la Música de la Cumbre Tajín. Selene iluminó el espacio dispuesto para la velada, que presenció como la invitada más importante de los 45 mil asistentes congregados para disfrutar el concierto de Cantos Cardenches de Michoacán, Mono Blanco, Miguel Bosé, Idan Raichel Proyect y Sonex.

Los cardencheros de Michoacán abrieron la velada. Después llegó Mono Blanco, que en su segunda presentación en el festival rindió homenaje a Cuchumbé y a Jaime López, de quienes ofrecieron la versión en hip hop de una canción de cada uno ellos.

Fueron los integrantes de Sonex quienes con su son puesto al día tocaron la fibra emocional de las miles de personas, que para ese entonces ya estaban reunidas.

La gran sorpresa de la noche fue el israelí Idan Raichel, quien con su grupo homónimo, llenó de su karma el escenario, elevando el ánimo del público

The Idan Raichel Proyect, integrado por 11 músicos, superó por mucho las expectativas.

El más esperado de la noche fue Miguel Bosé, quien ofreció un espectáculo en el que se empleó un juego de luces impresionante y una sonoridad apabullante. El cantante salió al escenario a las 22:44 horas vestido de riguroso negro, al igual que sus siete músicos.

Deleitó a sus fanáticos de toda la vida, a adultos, jóvenes, adolescentes y niños, quienes armados con sus cámaras y celulares inmortalizaban el momento. Mientras los elementos de seguridad se aplicaban para contener los embates del público, que en el afán de ver a su ídolo más de cerca se arremolinaba para conseguir un mejor lugar, lo que era imposible, porque no cabía nadie más.

Después del intro-mix y de las canciones Ayurvédico y Cardio el cantante, quien con sus tres coristas deleitó con sus coreografías, interpretó uno de sus grandes temas Nena, momentos en los que se despojó del saco, lo mismo hicieron las coristas, provocando aplausos y gritos, en su mayoría femeninos, que el artista retribuyó con su saludo: “Buenas noches, Tajín. Hay que celebrar la gira Cardio, además, hay que hacerlo con la Luna, la más grande, brillante y cercana de los años recientes... Hoy tuve un encuentro con su rica cultura, una de las cosas más bellas con las que me he topado en toda mi vida. Así que protejan y defiendan su cultura. ¡¡¡Viva la cultura totonaca para siempre!!!

Miguel Bosé en conciertoFoto Roberto García Ortiz

Esta noche les daremos música; así que abran sus ojos, sus mentes, sus manos, sus piernas... lo que quieran, porque vamos a acabar con la mala reputación de esta canción. Ésta va para las morenas, las rubias, las trigueñas, las pelirrojas, y Bosé cantó Morena mía, con la que hechizó al público.

Como preámbulo a El perro, Bosé se salió de su repertorio y lanzó: Todos tenemos dentro un perro y una perra; yo soy el mejor perro, pero el sábado y el domingo soy la más perra de las perras... Hay que aprender a mejorar la calidad del amor para dar y recibir, para ser el perro perfecto.

Después el concierto sufrió un cambio, llegó un momento de remanso, que sólo quienes piensan que todo lo que hace Miguel Bosé es increíble, o sea alrededor de 44 mil de los asistentes, disfrutaron en su interior. Así transcurrieron Por ti, Down With Love, Si tú no vuelves, Sevilla, Mirarte y Eso no.

Experiencia con un gran sabio

En otro momento Bosé compartió con el público su experiencia con los abuelos totonacas: “Don Juan, el gran sabio de los totonacas, me decía: ‘tenemos que buscar una alianza para que la gente reaccione y los espíritus de este planeta hagan que las cosas se paren, pues parece que los hombres construyen para destruir, no hacen más que provocar guerra y conflictos.

Además, estamos sufriendo catástrofes naturales: terremotos, maremotos, huracanes. Todas estas cosas sumadas hacen que cada día cientos de miles de personas se vean obligadas a dejar lo poco que les queda, sin saber adónde ir, hasta que encuentran un pueblo para volver a empezar. Compasión, los brazos abiertos, diálogo y una palabra que todavía no hemos aprendido y quiero multiplicar por tres: solidaridad, solidaridad, solidaridad.

El cantante devolvió el aliento con Como un lobo, momento que aprovechó para presentar a sus músicos y coristas, quienes se llevaron una enorme ovación. Se despidió con Nada particular.

Sin embargo, ante la insistencia del público, Bosé volvió al escenario y cantó Bambú, seguido de Estuve a punto de. También interpretó Bandido y cerró una noche cargada de nostalgia y de Luna llena con Te amaré.