La elección de dirigente definirá si es opción real de cara a 2012
Domingo 20 de marzo de 2011, p. 8
Chihuahua, Chih., 19 de marzo. En su política de alianzas con Acción Nacional, el PRD benefició los intereses de la mafia en el poder, avaló el modelo económico que ha empobrecido al pueblo y dejó de representar una alternativa para las fuerzas de izquierda
, señaló aquí Andrés Manuel López Obrador.
En sesión de trabajo con los más de 35 comités municipales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) constituidos en la entidad, aseguró que la decisión que tome el PRD para elegir nuevo líder nacional definirá también si el partido vuelve a ser una alternativa política real de cara a las elecciones de 2012.
En entrevista, el tabasqueño rechazó contestar al actual dirigente nacional del sol azteca, Jesús Ortega, quien lo acusó de buscar una candidatura única con el PAN, ya en vísperas de la elección de 2006. No voy a polemizar porque estoy fuera de la elección del PRD y me concentro en fortalecer el movimiento que será la única alternativa de cambio en el proceso electoral
, indicó.
Según López Obrador, la elección de nueva dirigencia definirá la línea a seguir, e independientemente del resultado, los perredistas que realmente quieran participar del cambio democrático no estarán en un partido aliado a la mafia en el poder
.
Ante unos mil correligionarios reunidos en un auditorio local, recordó que “los chihuahuenses ya tuvieron gobiernos tanto priístas como panistas y saben que unos y otros son iguales; e incluso uno de los gobernadores, Francisco Barrio (del PAN), llegó a decir que Carlos Salinas –el jefe de la mafia en el poder– era el mejor presidente que había tenido México”.
De tal modo –señaló–, tanto Salinas como Vicente Fox, Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Manlio Fabio Beltrones, Diego Fernández y Elba Esther Gordillo son lo mismo; son responsables de la tragedia nacional, y por ello no debemos aliarnos a sus partidos, que son el PRI y el PAN
.
También dijo no representar una escisión o fractura del PRD, por ser ajeno al proceso de renovación de dirigencia y porque no interviene en el partido, mientras los militantes que se identifican con su causa son libres de mantener la filiación perredista o dejarla.