Organizaciones integrantes del Congreso Agrario Permanente (CAP) señalaron que las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deben tomar el tiempo que se requiera para liberar permisos a las siembras piloto de maíz amarillo transgénico, por lo que rechazaron la acusación de la Red de Asociaciones Agrícolas del Norte de México, de que el gobierno federal da largas a dichas autorizaciones.

José Luis González Aguilera, líder del CAP, y Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), dijeron que ante la incertidumbre acerca de si la semillas genéticamente modificadas afectan la salud, el gobierno debe analizar con cuidado este aspecto, porque después puede no haber vuelta atrás, más aun cuando expertos advirtieron que las siembras piloto –como la autorizada en Tamaulipas– son riesgosas para la seguridad alimentaria.

González Aguilera subrayó que algunos estudios indican que esos granos no son aptos para el consumo humano, mientras Pérez Bedolla remarcó que deben tomarse más precauciones por ser México centro de origen.

El jueves, los grandes productores del norte del país señalaron que el subsecretario de Gestión para Protección Ambiental de la Semarnat, Mauricio Limón, y Silvia Rojas, directora de bioseguridad para organimos genéticamente modificados del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria –dependiente de la Sagarpa– atrasan las gestiones para la siembra de semillas de maíz amarillo transgénico y que el gobierno busca heredar esta responsabilidad a la próxima administración federal .

El represente de Alcano consideró que México no debe marginarse del uso de estas biotecnologías; pero ello implica que no se libera nada hasta que tengamos 100 por ciento de seguridad de qué puede ocurrir y de que el riesgo es razonablemente bajo, por ejemplo para la explotación comercial de estos productos.

Indicó que México no se ha negado a estas innovaciones; un ejemplo es el algodón, que en la actualidad 90 por ciento de la semilla es trasngénica

Aparte, productores indígenas de maíz, pequeños y medianos, criticaron la presión que intentan ejercer los terratenientes que han acaparado en las pasadas décadas las tierras campesinas y los recursos público, a los que poco les ha importado que se encarezcan los alimentos, pues ellos han priorizado sus ganancias.