Temamatla estado de México, 17 de marzo. Ante el creciente poder de fuego de los narcotraficantes –quienes ya cuentan con lanzacohetes rusos RPG– y la imposibilidad del Ejército de utilizar armas de alto calibre, prohibidas por las convenciones internacionales, los soldados saldremos adelante con base en nuestro adiestramiento, disciplina, mentalidad y respeto a la ley y a los derechos humanos.

Afirmó lo anterior el general Marco Antonio Álvarez Reyes, comandante de la primera brigada del Ejército Mexicano, quien destacó la capacidad del alto mando castrense para mantener el equilibrio en el combate al crimen organizado.

Entrevistado durante una visita al Centro de Adiestramiento de Combate Individual, de la Primera Región Militar, el general habló ante una fila de vehículos blindados de origen francés Panhar, y de elementos de tropa equipados con armamento capaz de disparar hasta 500 tiros por minuto y con un calibre que sólo puede ser utilizado en conflictos internacionales.

Interrogado sobre la posibilidad de usar armamento de mayor calibre en el combate al crimen organizado, el general señaló que eso no es posible, porque de hacerlo nuestro país violaría convenciones internacionales en el uso de tanques o armamento como morteros, lanzacohetes, etcétera, lo que podría derivar en graves sanciones.

Dijo: ¿Por qué cree que en Libia Kadafi no utiliza los tanques contra la población? Porque sabe que si lo hace recibiría sanciones económicas y embargos de la comunidad internacional.

Y aunque los narcos utilizan armamento capaz de atravesar blindaje, el militar dice: El Ejército, en labores de seguridad interior, tiene un límite en cuanto al uso de la fuerza, pero tiene recursos como el adiestramiento, mentalidad, honestidad, respeto a la ley y a los derechos humanos, lo que nos da el equilibrio necesario para salir adelante.

Demostración de fuerzas especialesFoto María Meléndrez Parada

En otra parte del recorrido por las extensas instalaciones militares, los soldados de fuerzas especiales demostraron su destreza en el descenso a rapel y soga rápida desde helicópteros Bell 412; también mostraron su capacidad para liberar rehenes y demostraron lo que se denomina tiro de precisión, con el que a una distancia de varios metros un francotirador eliminó a unos presuntos secuestradores.

Por su parte, uno de los comandantes de fuerzas especiales señaló que actualmente existen tres mandos de las fuerzas elite del Ejército en Puebla, Oaxaca y Tijuana, en los que están distribuidos más de 11 batallones de 400 elementos cada uno.

Aseguró que, a diferencia de años anteriores, actualmente el alto mando lleva un control de los elementos de elite que se dan de baja para evitar que se pasen a las filas de la delincuencia, como ocurrió en su momento con los ex integrantes del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales que fundaron años después el grupo delictivo de Los Zetas.

A lo largo del recorrido, los instructores y comandantes del cuerpo blindado, de fuerzas especiales y los que se dan de alta y reciben un curso intensivo de ocho semanas para integrarse a las fuerzas armadas, pusieron énfasis en la importancia que tiene para el soldado la honestidad, valor, lealtad, pero sobre todo en la trascendencia que tiene el adiestramiento para estar en condiciones de cumplir con las tareas que les encomiende el alto mando.

Tareas que en la actualidad se centran en labores de seguridad interior y en contra del crimen organizado.