Los guardametas suelen vivir bajo riesgo permanente, admitió
Viernes 18 de marzo de 2011, p. a13
Ni como el mejor ni el peor portero del momento se considera Jesús Corona. Sólo se percibe como un jugador cuya confianza bajo los tres palos está a la alza.
Unas horas antes de que se publicara la lista de convocados a la selección mexicana, el guardameta de Cruz Azul parecía ser el candidato más sólido para cubrir la puerta del Tricolor.
En la conferencia de ayer, tras el descalabro de su equipo 2-1 ante Monterrey en la Concachampions, confirmaba estar consciente de que su intervención fue clave para evitar la humillación de un marcador escandaloso.
Corona se limitó a decir que por ahora atraviesa un buen momento, pero que los porteros suelen vivir bajo riesgo permanente.
Aún está fresco el encuentro en el que se midió ante el arquero del América, Guillermo Ochoa, que algunos vieron para augurar quién obtendría el puesto en el equipo nacional.
La Máquina venció 2-0, pero en el cara a cara salió muy raspado el guardameta de las Águilas, quien cometió de esos errores que difícilmente se olvidan: una pelota cabeceada por Emanuel Villa se le fue de las manos, mientras Corona apenas tuvo trabajo esa tarde, pocas intervenciones, pero muy lucidas, sólo para despeinarse un poco.
Corona eludió entonces cualquier frase que pareciera triunfalista; al contrario, abundó en explicaciones para entender la situación que atraviesa Ochoa.
“Memo cometió un error el domingo, pero en cualquier momento puede volver a su nivel que conocemos, porque todos sabemos de sus cualidades”, señaló.
Incluso hizo algunas recomendaciones que, desde su perspectiva, ayudarían al arquero del club de Coapa a sobreponerse de este bache.
Que se concentre en su trabajo y estoy seguro de que veremos otra vez al jugador que nos tiene acostumbrados
, dijo con el tono de quien le desea lo mejor a un amigo. No son íntimos, pero sí camaradas que han compartido vestidores y concentraciones.
No he hablado con él recientemente, pero sé que es un joven maduro que saldrá de esta (mala racha)
, dijo Corona.
Él mismo vivió un episodio fuera de las canchas que lo alejó un tiempo de la selección. Recordó que durante esos días difíciles recibió el apoyo de algunos porteros veteranos, como el Conejo Pérez y Oswaldo Sánchez, quienes le externaron su apoyo.
En esta vida se cometen errores y tenemos que aprender de esas experiencias
, comentó, y reconoció que ningún puesto es seguro en el futbol, menos en la selección nacional.
Por eso no quiso curarse en salud ante un eventual llamado a Guillermo Ochoa, y negó que el portero americanista tuviera ventajas por razones comerciales o de imagen: No, porque al final sólo pesarán los argumentos deportivos, lo que suceda en la cancha
.
Corona estaba tranquilo, un día después de haber sacado seis pelotas destinadas a gol. Tenía la serenidad de quien sabe, como dijo, que las cosas le están saliendo bien.
Poco después, el técnico del Tricolor, José Manuel de la Torre, anunciaba la convocatoria para un par de amistosos: Memo Ochoa estaría bajo los tres palos.