Padres de familia y un grupo de personas encabezado por la directora de la escuela secundaria diurna 37 Emiliano Zapata, Lucía Nieto Chávez, sostuvieron un enfrentamiento violento frente a las instalaciones de la escuela, lo que causó que se suspendieran las clases.

Los progenitores se manifestaban en contra de Nieto Chávez para denunciar una serie de anomalías en la escuela de las que culpan a la directora.

Cerca de las cinco de la madrugada empezó la concentración de padres de familia, que exigieron la destitución de la directora, a quien acusan de abuso de autoridad, prepotencia y maltrato. En punto de las 7 de la mañana los inconformes hicieron una barrera humana para impedir el ingreso del personal docente y estudiantes, pues es la única forma que tenemos para que nos hagan caso, expusieron.

La protesta, que se dijo en un principio sería pacífica, cambió a la llegada de la directora, quien sin dialogar con los manifestantes ordenó al conserje y personal manual que derribaran la puerta del plantel, porque nosotros entramos. Desde el interior del plantel golpearon el eje del zagúan y por la fuerza ingresaron. Entonces se desató el enfrentamiento.

Ante la mirada del alumnado, la directora y su grupo de seguidores se enfrentaron a madres de familia y el voluntariado de la cocina escolar, que días antes fue cerrada por instrucción de Nieto Chávez.

Los golpes y empujones dejaron como saldo a una mujer lesionada. Nieto Chávez ingresó al centro escolar. Algunos padres de familia optaron por llevarse a sus hijos porque el hecho causó temor de más acciones violentas, afirmaron los progenitores.

Algunos integrantes de la planta docente decidieron denunciar lo que consideraron arbitrariedades que se cometen en el plantel, pues se tiene un expediente de más de 40 denuncias sin que hayan procedido ni obtenido respuesta.

Sobre los motivos del cierre de la cocina escolar, que durante 15 años dio servicio a niños de escasos recursos, se difundió que fue por un mal manejo. Los encargados de dar a conocer la información fueron integrantes de la mesa directiva de padres de familia a quienes se identifica como fieles seguidores de la directora.

Por su parte el voluntariado de padres, a cargo de la cocina escolar, retó a denunciar o presentar pruebas de dichos señalamientos, que aseguraron son falsos.

Durante casi toda la mañana en las inmediaciones de la escuela se veían los grupos de adolescentes que fueron espectadores del conflicto entre las autoridades y los padres. Pese a que se dio aviso a la Coordinación Sectorial de Secundarias de la Secretaría de Educación Pública, los representantes de dicha instancia no resolvieron el problema, por lo cual se hizo un llamado a los superiores jerárquicos para atender la situación, que afecta a una de la principales escuelas de la zona.