Monterrey, NL, 12 de marzo. Oficialmente, el bosque La Pastora tiene 360 hectáreas, pero lo cierto es que apenas 120 hectáreas constituyen áreas verdes y de ellas al menos 65 han sido invadidas con instalaciones recreativas concesionadas a particulares y usadas como caminos, las cuales resultaron afectadas por el manejo incorrecto de residuos sólidos, señaló Antonio Hernández Ramírez, experto en temas ecológicos.

El también integrante del Movimiento Ambientalista Ciudadano en Defensa de La Pastora, advirtió que el espacio verde sufrirá mayor deterioro si se concreta el proyecto de construir el estadio de futbol para el equipo Rayados, en 24.5 hectáreas que ya fue cedido en comodato por el gobierno de Nuevo León con autorización del Congreso local, por un periodo de 60 años.

Si del total del territorio actual de La Pastora, más de la mitad se encuentra urbanizado, eso ya constituye un impacto grave que merece ser atendido; no se entiende la política del gobierno estatal de acentuar el menoscabo del espacio natural, asentó.

Si se construye el estadio, el porcentaje con edificaciones aumentaría hasta 75 por ciento del bosque. El desbalance se hace evidente, cortesía de Grupo Femsa y sus asociados en la administración pública, que promueven el inmueble para espectáculos deportivos y artísticos con propósitos comerciales.

Recordó que el desarrollo industrial de la zona metropolitana tuvo su base en la explotación sin medida de los recursos naturales , tan es así que en La Huasteca de Santa Catarina, después de décadas, persiste la evidencia del abuso liderado por los empresarios: montañas destruidas para obtener insumos de Fundidora de Monterrey, o las toneladas de fibra de vidrio abandonadas en ese territorio.