El endeudamiento y la pérdida del capital social de Mexicana de Aviación eran causa de disolución de la empresa desde 2008 y 2009, pero el gobierno federal todavía le otorgó casi la mitad de los recursos públicos del Programa Emergente para Aerolíneas Mexicanas que instrumentó hace dos años para apoyar al sector aeronáutico debido a la emergencia sanitaria decretada por el brote de influenza humana, según el informe de la cuenta pública de 2009 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

El Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), responsable del programa, entregó en 2009 sólo cuatro créditos por un monto total de 2 mil 111 millones 748.2 mil pesos. El 36 por ciento de ese dinero fue para una entidad paraestatal y el resto, es decir, mil 331 millones 967 mil pesos se repartió en tres aerolíneas (Mexicana, Interjet y Aeromar).

Sin embargo, en una primera evaluación esas aerolíneas habían sido descartadas como sujetos de crédito por presentar una situación financiera desfavorable, señala la auditoría.

Ni siquiera cumplían con la mínima calificación de B-3 requerida por Bancomext para otorgarles el financiamiento, ya que dos de ellas sólo llegaron al nivel C-1 y la tercera se ubicó en el D.

Mostraban un nivel alto de endeudamiento, de entre 75 y 133 por ciento respecto de sus activos; pérdidas acumuladas superiores a las dos terceras partes de su capital social; un indicador de liquidez que califica la capacidad de las empresas para satisfacer sus obligaciones de corto plazo de 0.46 a 1.02 veces y sus indicadores de rentabilidad de capital y de activos fueron desfavorables, detalla la ASF.

Si bien el informe de la ASF no precisa los nombres de las aerolíneas beneficiadas ni del organismo público porque se refiere a cada crédito con un número (4005546, 4005547, 4005549 y 36502), es posible identificar a qué empresa corresponde cada uno porque los montos que les dieron fueron difundidos públicamente desde el inicio del proceso.

Así, Mexicana de Aviación recibió 991 millones 967 mil pesos que representan 47 por ciento del total de créditos y hasta 74 por ciento si sólo se toman en cuenta los recursos para el trío de aerolíneas.

Fue un financiamiento superior al autorizado para Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) –de 779 millones 781 mil pesos–, mientras que Interjet recibió 300 millones y Aeromar 40 millones.

La ASF advierte que Mexicana ya había perdido las dos terceras partes de su capital social, lo que representaba causa de disolución, conforme a las notas de los estados financieros del auditor externo.

Los informes financieros que la empresa presentó entonces ante Bancomext y que fueron revisados por la ASF precisan que en 2008 tuvo pérdidas por 802 millones 691 mil pesos y en 2009 se dispararon a 2 mil 304 millones 830 mil pesos.

En total 3 mil 107 millones de pesos en dos años, a los que además se sumaban otros indicadores financieros aún más desfavorables, como índice de liquidez, de 0.48 veces, y endeudamiento de 117 por ciento, por lo que sus flujos de operación eran insuficientes para enfrentar sus compromisos de pago.

La auditoría apunta que aunque los reportes financieros de Mexicana fueron presentados bajo el supuesto de que la compañía continuaría como un negocio en marcha, generaron una duda importante acerca de la habilidad para continuar en operación y la ASF asevera que ello implicaba un mayor riesgo en la recuperación de los adeudos.