CONGRESO NACIONAL INDIGENA
XXIX REUNION AMPLIADA DE LA REGION CENTRO PACIFICO
Los delegados indígenas de los diferentes pueblos naciones comunidades tribus y barrios de México: p’urhepecha, coca , triqui, nahua, ñhaatho’ , n’an ncue, tzetal, ñañhu, ayuuk, binniza, tzotzil, binniza y wixarika, reunidos y convocados en la comunidad de Nurío con el permiso de Parajpeni (nuestra guía de vida), Nana Kuerajperi, Tata Kuerajperi y de Tariata (aire), Itsï (agua), Ch’piri (fuego), Echeri (tierra), nuestra palabra dice: Juchari irekua ka juchari uinapekua (nuestra vida, nuestra fuerza) kungorhentskua, Iretaeri anhatsekuarhekua (unidad, autonomía y resistencia de los pueblos)
MANIFIESTO
En estos días que anuncian un nuevo tiempo en la vida de la madre Tierra y de nuestros pueblos y que con el nacimiento de la luna nueva nuestra madre Tierra se prepara para recibir las semillas que iniciarán un nuevo ciclo, marcado por la siembra del maíz y la semilla de nuestra lucha, que continuarán dando sustento a nuestra existencia como pueblos de hombres y mujeres de maíz.
A diez años del tercer Congreso Nacional Indígena de Nurío, la semilla de la dignidad y la resistencia en la Marcha del Color de la Tierra que encabezaron el EZLN y los pueblos tribus y naciones de México, hoy continúa vigente como hace más de quinientos años.
A 15 años de la firma de los Acuerdos de San Andrés, ratificamos su reconocimiento como la Ley Suprema de nuestros pueblos indios, por encima de las leyes nacionales y estatales. Continuemos construyendo la autonomía desde nuestros pueblos, naciones, tribus, comunidades y barrios. El derecho milenario al territorio lo defendemos en cada playa, cada lago, cada río, cada bosque, cada desierto y cada selva, porque la madre Tierra no es una mercancía, nosotros y cada ser que la habitamos somos parte de ella: lo sagrado no se vende.
Como bien se estableció en los Acuerdos de San Andrés, que reivindicamos y ratificamos como nuestra Carta Magna, la autonomía es la expresión concreta del ejercicio del derecho a la libre determinación y donde los pueblos indígenas si somos reconocidos como Sujetos de Derecho. Además los Acuerdos de San Andrés son la puerta que nos da la oportunidad de hacer algo por nosotros mismo,s que el gobierno nos ha negado: reconstituirnos como pueblos, generar nuestras formas de autodefensa, organizar nuestras juntas de buen gobierno, de defender nuestras tierras, territorios y recursos naturales.
Los Acuerdos de San Andrés que hemos analizado en esta sesión son el resultado de un verdadero ejercicio de diálogo nacional y consulta con los pueblos indígenas de México, gracias a la iniciativa y convocatoria del EZLN. Después de la traición legislativa de abril del 2001, los pueblos indígenas que participamos en el CNI hemos asumido, reconocido y llevado a la práctica los Acuerdos de San Andrés como nuestra Ley Grande y Suprema. Los Acuerdos de San Andrés reconocen y defienden la comunalidad para la defensa de nuestro territorio en contra de las leyes neoliberales y privatizadoras.
Los Acuerdos de San Andrés han orientado la defensa y nuestro caminar en las luchas. La vigencia de los Acuerdos de San Andrés se expresa en la lucha de nuestros pueblos y es el camino de la autonomía. Estamos consientes de que en materia de derecho no es tiempo de exigirle nada al gobierno, porque no cumplió lo firmado. Es tiempo de llevar en los hechos el ejercicio de nuestro derecho a la autonomía y libre determinación.
A partir de la firma de los Acuerdos de San Andrés Sakamch’en de los Pobres, este camino de quince años que ha avanzado en la construcción de la libre determinación de nuestros pueblos ha sido sembrado con la sangre de muchos de nuestros hermanos y hermanas. Por este sendero han caminado con nosotros y nos han dado su luz, permanecen entre nosotros aunque ya no los veamos. Ahora ellos son Nuestros Sagrados Ancestros, con quienes en algún momento volveremos a encontrarnos. El Congreso Nacional Indígena no olvida a sus muertos; ellos son nuestra fuerza para resistir el embate del mal gobierno y las amenazas del gran capital. Ellos son fuego de vida, son semilla y maíz, son ejemplo para nuestra infancia y nuestra juventud.
El Congreso Nacional Indígena, la Casa de Todos, independiente y autónoma, espacio de solidaridad, encuentro y reflexión donde va y viene nuestra palabra, la palabra que es historia, la palabra que es trabajo, la palabra que es baile, la palabra que es música, la palabra que es escuela, la palabra que es tierra y que es madre, la palabra que es dignidad, la palabra que es forma y vida autónoma.
El Congreso Nacional Indígena es la casa donde hemos compartido experiencias, tristezas y alegrías. Allí hemos construido hermandad y rebeldía. En él hemos sembrado el bien a pesar de las dificultades a las cuales nos hemos enfrentado. Nuestro caminar continúa, el surco se sigue labrando entre todas y todos, el camino es a través de la reflexión, y la autonomía es nuestra cosecha en los hechos.
Pueblos y organizaciones que han acompañado el sendero del Congreso Nacional Indígena, no sólo lo han venido haciendo en la defensa de nuestros derechos, sino a través de manifestaciones artísticas como la pintura mural, la danza, el teatro y la música, dejando huella en las diversas comunidades en donde asambleas, talleres y congresos se han realizado. Reconocemos la importancia del acompañamiento de dichos artistas e invitamos a las comunidades a que sigan dando vida a través del arte a nuestros encuentros.
En esta XXIX reunión del CNI se abordó de manera importante la participación de las mujeres en la liberación de los pueblos. En la lucha de liberación no sólo van los hombres, mujeres o jóvenes sino que vamos todos juntos.
El recuerdo de nuestra compañera la Comandanta Ramona nos orienta en esta reunión. Los espacios instituidos nos han excluido, nos han quitado la palabra, por ello en el CNI, la Casa de Todas y Todos, hemos tenido un espacio donde siempre florece nuestra participación como mujeres en los pueblos y el CNI. Se reflexionó de cómo participan y han participado las mujeres en esta lucha de liberación.
La participación de las mujeres, su experiencia de vida, de lucha, su tejido de palabras debe caminar junto al de los compañeros del CNI. La construcción de una mejor vida, organización y alcance del fruto autonómico es irrealizable sin la participación de las mujeres. El CNI es el caminar juntos, en acompañamiento de palabras, trabajo, decisión y conocimientos de las mujeres.
La dificultad y derrota de todo movimiento tiene sus raíces en la exclusión de las mujeres. Nuestra Ley, los Acuerdo de San Andrés, solo son realizables con la participación de las mujeres.
EXIGENCIA Y DENUNCIA:
Desde este espacio autónomo e independiente construido por los pueblos ejerciendo sus derechos colectivos, con base en los Acuerdos de San Andrés se exige:
La salida de los paramilitares de las comunidades de Mitzitón, Candelaria el Alto y la salida de policías y militares en el Ejido de San Sebastian Bachajón, en el estado de Chiapas. Así como la restitución de las 185 hectáreas a la comunidad de Candelaria el Alto, que le fueron despojadas en el año de 2005, ubicadas en el predio El Desengaño.
La comunidad de nahua de Santa María Ostula, Michoacán exige la presentación con vida de los hermanos Francisco de Asís Manuel, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, de Javier Martínez Robles y Gerardo Vera Urcino, comuneros. Así como el respeto a la Policía Comunitaria y las formas de organización de política y social de la comunidad de Santa María Ostula, Michoacán por parte de las autoridades federales y estatales
Exigimos al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Guerrero la absolución de los compañeros Silverio Matías Domínguez, David Valtierra Arango y Genaro Cruz Apóstol, integrantes y fundadores de la Radio Ñomndaa “La Palabra del Agua” y a su vez exigimos el cese del hostigamiento a la radio comunitaria.
Exigimos la libertad en Chiapas de Alberto Patishtan Gómez y Rosario Díaz Méndez, presos políticos de La Voz del Amate y adherentes a La Otra Campaña, y de ocho presos solidarios de La Voz del Amate, recluídos en el penal número cinco de San Cristóbal de las Casas, y en el penal de Motozintla. También exigimos la liberación inmediata de seis adherentes a la otra campaña, habitantes de San Sebastián Bachajón, recluidos en el penal número 14, Playas de Catazaja.
Exigimos la cancelación de las asignaciones y concesiones de exploración y explotación mineras otorgadas a nivel nacional en nuestras tierras y territorios, como las que se han otorgado en los estados de Oaxaca y Guerrero y la que ha favorecido a la empresa canadiense First Majestic Silver Corp., que afectan al sitio sagrado wixárika de Wirikuta, en San Luis Potosí.
Exigimos el respeto a la comunidad wixárika de Tuapurie, Santa Catarina, Cuexcomatitlán, Jalisco, en su decisión de ejercer su autonomía.
Exigimos la cancelación definitiva del proyecto carretero Amatitan-Bolaños-Huejuquilla en el territorio de Tuapurie.
Exigimos el respeto y reconocimiento de la comunidad indígena coca de Mezcala, así como a su derecho sobre tierras y aguas de su comunidad, amenazadas por los proyectos privatizadores del INAH y la Comisión Nacional del Agua.
Exigimos el respeto al territorio de la Comunidad purhépecha de Cherán y nos oponemos al uso de la violencia que los grupos de talamontes paramilitarizados, y responsabilizamos a los tres niveles de gobierno en Michoacán de esta situación por negarse a perseguir y aplicar la ley a dichos grupos armados. Llamamos a la comunidad de Cherán a defender su unidad a través del reconocimiento cultural como pueblo purépecha.
Exigimos el respeto y reconocimiento del derecho al territorio y recursos naturales de las tierras comunales de los pueblos ikoots de San Mateo del Mar y San Dionisio del Mar, así como binnizá de Juchitán y Unión Hidalgo, en el istmo de Tehuantepec, en contra de las privatizaciones promovidas por las empresas en el megaproyecto del Corredor Eólico del Istmo oaxaqueño.
Exigimos que se cancele la construcción del megaproyecto llamado “supervia poniente” que afectarían a los pueblos, barrios y colonias de Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Álvaro Obregón.
ACUERDOS:
- Se acuerda la realización de la XXX Reunión de la Región Centro-Pacífico del CNI en el Territorio Comunitario de la Región Costa Montaña de Guerrero, en el marco del XVI Aniversario de la Policía Comunitaria el mes de octubre.
- Se acuerda la realización de Talleres de Reflexión en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas en el transcurso del presente año.
- Se acuerda la asistencia del CNI al Encuentro de la Marcha del Color de la Tierra a diez años, en la Escuela Nación de Antropología e Historia los días 11 y 12 de marzo.
Dada en la comunidad purhépecha de Nurío, Michoacán, 6 de marzo de 2011
NUNCA MÁS UN MEXICO SIN NOSOTROS