Miércoles 9 de marzo de 2011, p. 38
Guadalajara, Jal., 8 de marzo. Nada que celebrar. Apenas habían transcurrido tres horas del Día Internacional de la Mujer cuando Liliana Imelda, madre soltera, fue encontrada inconsciente en su domicilio en la colonia Talpita, de esta ciudad. Intentó suicidarse después de haber estrangulado a sus hijos Crister, de siete años, y Roberto, de 11 meses.
En una carta, la mujer de 41 años de edad escribió que prefería morir y llevarse
a sus hijos ante su grave situación económica. No habían comido en varios días.
Nada que celebrar. Casi a la misma hora, en un motel ubicado en el cruce de avenida Revolución y la calle 60, una mujer identificada como Guillermina, de 37 años, fue encontrada junto a un hombre que presuntamente la ultimó antes de suicidarse. Fue el feminicidio número 12 en Jalisco en lo que va del año; en 2010 se contabilizaron 82.
Nada que celebrar. Nora, de 36 años, ingresó a la estadística de víctimas de la impunidad, de la cual no queda constancia. Cuando bajó del autobús, con rumbo a su trabajo, un sujeto de unos 20 años la comenzó a seguir.
La alcanzó, la aventó y golpeó repetidas veces con un palo, exigiéndole que se quitara la ropa. Un hombre que pasaba por ahí vio lo que sucedía y gritó al agresor que dejara en paz a la mujer. El atacante echó a correr.
Nada que celebrar. Rocío, de 21 años, residente del municipio conurbado de Zapopan, caminaba fuera del panteón de Mezquitán, en Guadalajara, cuando le salió al paso un individuo con una navaja y la despojó de su dinero. Pese a que ella se lo entregó, el sujeto la hirió en el abdomen, por lo que fue atendida en la Cruz Verde.