Sábado 5 de marzo de 2011, p. 5
Saná, 4 de marzo. La oposición en Yemen logró reunir por primera vez a medio millón de personas en las tres principales ciudades del país –Saná, la capital, Taíz y el puerto de Adén–, mientras Túnez y Egipto dieron pasos significativos en sus procesos de reforma política, como resultado de las presiones populares.
El presidente interino de Túnez, Fued Mebaza, anunció que el 24 de julio se realizará la elección de una asamblea constituyente que redactará una nueva carta fundamental, la demanda central de los miles de tunecinos que el pasado 14 de enero consiguieron la renuncia del presidente Zine Abidine Ben Ali, desatando la ola de protestas que aún crece en el mundo árabe.
Nuestra prioridad es restaurar el prestigio del Estado
, dijo el primer ministro interino, Caid Sebsi, quien remplazó el jueves en el cargo a Mohamed Gannouchi, a quien los opositores repudiaron en sus manifestaciones callejeras de la semana pasada por sus vínculos con Ben Ali.
La noticia sobre los comicios para formar la constituyente fue celebrada en las calles de Túnez, mientra la plaza Tahrir (Liberación), de El Cairo, también vibraba con el anuncio de que el 19 de marzo serán sometidas a referendo reformas constitucionales que aprobarían la reducción de seis a cuatro años los mandatos presidenciales, con una opción a la relección, mayores facilidades para la postulación y supervisión de los comicios desde el Poder Judicial.
En un hecho insólito, el nuevo primer ministro, Essam Sharaf, fue recibido jubilosamente por la multitud en la plaza Tahrir. Rezo por ver a Egipto como un país libre, donde la opinión no es prisionera
, dijo el funcionario, quien participó en las protestas contra el presidente Hosni Mubarak, hasta que éste renunció, el pasado 11 de febrero.
En Yemen, pese a que las protestas han ido en aumento desde enero, el presidente Ali Abdulá Saleh reiteró su negativa a abandonar el poder antes de que concluya su mandato legal, en 2013. Tarek Shami, portavoz del partido gobernante, informó que el mandatario aprobó un plan opositor para empezar una transición política, pero se opuso a una cláusula que adelanta el final de su gobierno.
Las manifestaciones en las tres principales ciudades de esta república del suroeste de la península Arábiga lograron atraer el respaldo de los zaiditas, quienes organizaron su propia marcha en la localidad de Harf Sufian, 155 kilómetros al norte de Saná, donde tropas gubernamentales mataron a cuatro personas al dispersar la movilización de esta gente, que constituye una rama de los musulmanes chiítas, declarados en rebeldía contra el gobierno yemenita desde hace siete años.
Por segunda semana consecutiva, en varias ciudades iraquíes hubo protestas contra la corrupción, y en Jordania, unas 10 mil personas reiteraron su demanda para transformar al Estado en monarquía constitucional.